El Sindicato Unitario y Autónomo de Trabajadores de la Enseñanza de Asturias (SUATE) y la confederación intersindical STES han denunciado hoy que "la contrarreforma educativa del PP pretende un sistema educativo segregador" y "la vuelta a la escuela de los años 40".

En un comunicado conjunto aseguran que "menos profesorado, más adoctrinamiento ideológico y más segregación del alumnado son las claves de la reforma educativa que propone llevar adelante el ministro de Educación".

Explican que "la contrarreforma propone recortar las competencias de las comunidades autónomas al aumentar el porcentaje de los contenidos mínimos que fija el Estado en todos los tramos educativos, "en la línea re-centralizadora del Estado que promueven ciertos grupos de la derecha tomando como excusa la crisis económica".

A juicio de estos sindicatos "el sistema educativo se pone al servicio de las necesidades de la empresa al promover la segregación temprana del alumno con la introducción de itinerarios en función de su rendimiento académico y no de sus necesidades como persona y ciudadano".

Recuerdan que han defendido siempre "un modelo de escuela que dé prioridad a la realización del proyecto vital de las personas y de la comunidad en la que viven y no de las urgencias cambiantes y caprichosas de un mercado de trabajo condicionado por la necesidad de un beneficio rápido de la clase empresarial".

"La reintroducción de la reválida y de otros sistemas de clasificación del alumnado y de los centros sin tener en cuenta las condiciones socio-económicas de su entorno ni la singularidad individual ni las aspiraciones de las personas convertirán la enseñanza en una práctica de selección de personal controlada por las empresas", estiman.

Para estos sindicatos hay una "apuesta por el control ideológico del sistema" con la creación de la asignatura de educación cívica y constitucional, "que vacía los contenidos más tolerantes y progresivos de educación para la ciudadanía", y el mantenimiento de la de religión.

Consideran que la escuela debe contribuir a la visualización y a la aceptación de las diferentes maneras de vivir y de buscar la felicidad propia y de los ciudadanos y "no a instruir según pautas de conducta inspiradas en los estrechos puntos de vista de una determinada clase social o confesión religiosa".

En este sentido, se oponen a la "intención de legitimar subvenciones públicas a escuelas privadas que realizan cualquier tipo de selección del alumnado por sexo, etnia, renta o rendimiento escolar".

En cualquier caso, estiman que "en esta época lo primero que se tiene que recortar son las subvenciones a aquellas empresas que supeditan el beneficio común al propio y potenciar la enseñanza pública".

"La contrarreforma será lesiva también para las condiciones de trabajo del profesorado al trasvasar el concepto de movilidad forzosa de la reforma laboral a la enseñanza", advierten.

Agregan que ello "sumado a los fuertes recortes en las retribuciones, el aumento de las ratios y el despido masivo de personal interino, lo que incide en la precarización del trabajo docente, especialmente en la escuela pública, y puede suponer además una reducción de plantillas que afectaría a decenas de miles de profesores".

Estos sindicatos animan a la comunidad educativa a movilizarse para impedir que se apruebe y se implante en los centros este proyecto y a proponer una reforma "que tenga como objetivo un sistema emancipador, igualitario, gratuito y respetuoso con las diferencias individuales, sociales y de sexo".

EFE