Oviedo, E. G.

No hubo sorpresas, la LOMCE, esa polémica reforma educativa liderada por el Gobierno, logró ayer el respaldo mayoritario de las comunidades y el rechazo, más rotundo que nunca, de las que se oponen al texto, entre ellas Asturias. La consejera Ana González, que asistió en Madrid a la Conferencia de Educación, tenía claro al final de la reunión que «pretenden establecer una enseñanza de primera y otra de segunda», a la vez que alerta sobre las consecuencias «de un proyecto educativo que nace arropado solamente por el Partido Popular y la Iglesia».

Junto a Asturias manifestaron su rechazo Andalucía, Canarias, el País Vasco y Cataluña. Después de tres horas de debate con el equipo dirigido por José Ignacio Wert, los consejeros fueron compareciendo ante los medios de comunicación. La primera, la titular andaluza, Mar Moreno, quien recordó que el anteproyecto de ley ha pasado el filtro de la Conferencia de Educación «con el rechazo de unas autonomías que representan el 45 por ciento de la población española».

Ayer en Madrid se habló de dinero, es decir, de la memoria económica que sustentará la futura ley, cuyo coste de implantación será de 408 millones de euros en tres años, que la Administración central pone sobre la mesa. El principal monto, en el tercer curso con 255 millones.

Cuanto mayor sea el éxito de la reforma, más pagarán las comunidades autónomas por costes indirectos, ya que recaerá sobre ellas el incremento del alumnado de FP y la reducción del abandono escolar, que ahora se sitúa en el 26,5 por ciento a nivel nacional. «El Ministerio no piensa en el sistema educativo, sino en cómo quitarle dinero», aseguró la consejera asturiana.

La «lucha estudiantil» continuará

Cientos de jóvenes y profesores mostraron su apoyo a la enseñanza pública durante una manifestación en Oviedo en la que se pidió la dimisión del ministro Wert

Oviedo, M. S. M.

La segunda «semana de lucha» organizada por el Sindicato de Estudiantes contra la reforma educativa tendrá nuevos episodios. Así lo anunciaron ayer tras la manifestación que discurrió por las calles de Oviedo secundada por varios centenares de alumnos y profesores. La protesta, a la que se unieron los sindicatos UGT, CC OO y SUATEA, llegó hasta las puertas de la Consejería de Educación, donde se leyó un manifiesto invitando a todas las fuerzas sindicales y sociales a organizar una nueva respuesta «a la altura de los ataques que estamos recibiendo». Desde el Sindicato de Estudiantes proponen empezar con una huelga general de 72 horas de toda la comunidad educativa «para obligar al Ministerio a desechar definitivamente la ley de Wert».

Cánticos y pancartas dejaron clara su oposición a los recortes en educación, así como el rechazo a medidas como el cambio de la figura de director o convertir en evaluable la asignatura de Religión y que la nota cuente en el expediente. «Queremos directores no dictadores» y «Que los curas prediquen en casa» fueron algunos de los lemas coreados. El apoyo a la llingua asturiana y al derecho a poder estudiarla en la escuela pública fue uno de los momentos más aplaudidos de la lectura del comunicado, que se acompañó con gritos de «asturiano, llingua oficial». El Sindicato de Estudiantes culpa al Gobierno del PP de haber «dinamitado en menos de un año», con recortes, las conquistas de la educación pública, para aumentar la financiación de la enseñanza privada, y se muestran decididos a «continuar en la lucha hasta echar atrás la reforma» y piden la dimisión de Wert. El seguimiento de la huelga de estos tres días fue, según los estudiantes, del 90 por ciento en toda España.