El Hierro se ha desplazado hacia el Este por la presión ejercida por el magma y en la Punta de Orchilla, el extremo de la isla más cercano a los terremotos, el terreno se ha elevado en torno a 11 centímetros.

De acuerdo con las mediciones del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), la fuerza del magma infla y desplaza a la isla, donde ayer se registró un seísmo de 4,7 grados de magnitud en la escala de Richter, el mayor que se ha producido en la isla desde que comenzó la erupción volcánica submarina en 2011.

El coordinador científico de Involcan, Nemesio Pérez, ha detallado en declaraciones a Efe que desde mediados de marzo la componente vertical ha registrado unos 11 centímetros de deformación en la Punta de Orchilla, el punto más al oeste de la isla, frente al cual, en el mar, se concentran la mayor parte de los seísmos de los últimos días.

Nemesio Pérez ha asegurado que esto refleja el empuje que la actividad magmática ejerce bajo El Hierro, donde la dirección del Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) mantiene el semáforo amarillo de riesgo sísmico en parte de la isla y ha limitado la circulación en carreras que pueden estar expuestas a desprendimientos de rocas debido a las sacudidas.