"Si no nos respetan, nos haremos respetar" fue el lema más repetido ayer durante la marcha contra la violencia machista convocada por varios colectivos feministas en Oviedo con motivo de la celebración del Día internacional contra la violencia hacia las mujeres. La manifestación, que aglutinó a varios cientos de personas, la mayoría jóvenes, salió de la plaza de Porlier para dirigirse hasta el Ayuntamiento y finalizar ante la Junta General del Principado donde se leyó un manifiesto que pidió protección para las mujeres y aborto libre y gratuito.
La protesta estuvo animada durante el recorrido por la charanga "Repercusión feminista" que alternaba sus tambores con los cánticos contra las agresiones y contra la Conferencia Episcopal "por machista y patriarcal". Varias pancartas, algunas llevadas unicamente con hombres, animaban a decir no al abuso y al maltrato y a exigir igualdad y respeto.
La Plataforma Feminista criticó la carencia de medios y la falta de formación y sensibilidad en la policía, abogacía y equipos psicosociales "que acaban sumando al maltrato machista el institucional". También aseguran que el sistema de protección actual "incita a la superviviente a la sumisión desde el momento en que quien se tiene que esconder, desterrar, dejar su trabajo, su casa y su vida es la víctima y no el agresor". En Oviedo, las mujeres gritaron alto y claro: "No somos el segundo sexo, no somos víctimas, somos poderosas" y por tanto no quieren ser sumisas sino "muyeres combativas". A la manifestación también asistieron Noemí Martin y Manuel González Orviz, de IU, y Francisco de Asis Fernández, del PCA.
El manifiesto feminista tuvo palabras críticas contra el ministro Gallardón por la reforma de la ley del aborto y contra UPyD por apoyar una norma que "obliga a las mujeres a pasar primero por un rosario de presiones psicológicas y económicas", de las que también culparon a los sectores "más rancios del catolicismo y a la derecha".
La marcha concluyó colgando una pancarta en la verja de la Junta General con algunas de las reivindicaciones.
Este año, los responsables políticos y policiales han insistido en sus comparencias sobre este asunto en la necesidad de prevenir la violencia de género en la adolescencia porque los últimos estudios indican conclusiones preocupantes. Según uno de los realizados por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, seis de cada diez chicas reciben mensajes a través del teléfono móvil con insultos por parte de sus novios y amigos de la pandilla. A un 10% de ellas, en ocasiones, les ha causado miedo recibir esos textos. El intercambio de fotos o vídeos como una prueba de confianza o símbolo de amor, pueden conducir a situaciones de chantaje, ciberacoso sexual o acoso en el entorno escolar.
La prevención, una vez más se revela como fundamental a la hora de combatir la violencia de género a edades tempranas. Entre los consejos que se dan a las jóvenes están: no dejar que la pareja tenga un control excesivo sobre el teléfono móvi; no facilitar las contraseñas de las redes sociales propiasa nadie, no dejar de lado a los amigos, no aceptar ninguna imposición sobre el aspecto o la ropa y no practicar el "sexting", es decir hacer fotos de carácter erótico y compartirlas.
