Kely realizó en la Navidad del año 2003 la felicitación de LA NUEVA ESPAÑA, una serigrafía sobre impresión digital que incluía algunos elementos relacionados con el periódico, como son las letras de la cabecera y un fondo de páginas. En aquellos momentos estaba inmersa en el trabajo de los cuadros que poco después llevaría a Arco, pero no dudó en aceptar el encargo del periódico.

"Para realizar este trabajo he partido del mismo planteamiento que utilizo para todas mis obras. No establezco diferencias entre las que surgen por sí mismas y las realizadas de encargo", afirmaba entonces. Mantuvo su forma de hacer y no hizo excepciones de color ni de temática, utilizando el mismo contraste entre luz y oscuridad y los mismos procedimientos pictóricos.