Tras una pancarta que rezaba: "El tren de la libertad. Porque yo decido", se situaron las mujeres provenientes del Principado, entre las que se encontraban Begoña Piñera, Paz Fernández Felgueroso, Amelia Valcárcel y María José Ramos y que, poco a poco y a duras penas, fueron sorteando la marea humana que ocupaba el espacio entre la estación de Atocha y el inicio del paseo del Prado, lugar del comienzo de la marcha.

Entre constantes gritos de "¡sí se puede!", "¡nosotras parimos, nosotras decidimos!", "¡abortar es un derecho, no es un delito!", pero, sobre todo, "¡Gallardón, dimisión!", las manifestantes se fueron acercando poco a poco hasta la plaza de Neptuno, lugar del final de la marcha. Antes, al pasar junto al Ministerio de Sanidad, también habían arreciado los gritos de "¡Ana Mato, dimisión!".

Ya en las inmediaciones del Congreso, fuertemente vigilado por la Policía Nacional, tres representantes de "Les Comadres" y de Mujeres por la Igualdad de Barredos, encabezadas por Begoña Piñera, y acompañadas por la portavoz socialista en la Cámara baja, Soraya Rodríguez, el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, y el propio Gaspar Llamazares, entregaron en el registro del Congreso el manifiesto "Porque yo decido", escrito por Alicia Miyares, con copias para el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón; la Ministra de Sanidad, Ana Mato, y los portavoces de todos los grupos.

Frente a los leones que jalonan la fachada del Congreso, Piñera, agradeció "a Madrid" su "acogida" y exigió la retirada del anteproyecto "que va contra la dignidad de las mujeres, que somos ciudadanas de primera y sabemos y queremos decidir cómo, cuándo y con quién queremos ser madres. No necesitamos que nos guíen ni la Iglesia ni la extrema derecha. Somos ciudadanas de Europa, del mundo".