Operar un tumor de pulmón haciendo una mínima incisión de apenas tres centímetros, con una estancia media hospitalaria de tres días, y sólo dos semanas para que el paciente vuelva a su vida cotidiana. Se logra con una técnica denominada VATS Single-Port, y el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) se ha convertido en uno de los primeros centros del mundo en incorporarla. Por ella ya han pasado en Oviedo unos 100 pacientes, la mayoría de los cuales se sometieron a extirpaciones. Javier Aragón, del servicio de cirugía torácica del HUCA, fue el encargado ayer de explicar a los medios el novedoso procedimiento, llamado a ser la técnica de referencia en muy pocos años.

La cirugía del tórax está considerada como una de las más agresivas y de las que genera más dolores. Cuando hace más de tres años el nuevo método fue puesto en marcha en el hospital coruñés Juan Canalejo, médicos asturianos se interesaron por él y lo adoptaron de forma inmediata. El HUCA se ha convertido en el segundo hospital en el mundo, tras el gallego, con mayor experiencia en esta técnica quirúrgica endoscópica, y dentro de unos días será escenario de un curso de formación al que asistirán cirujanos de la especialidad de toda España.

Más de 100 pacientes no suponen un número definitivo para sacar conclusiones, pero sí sirven parar mostrar a los cirujanos que ése es el camino. "La nueva técnica, mínimamente invasiva, permite que los días de hospitalización del paciente se reduzcan a más de la mitad respecto a la técnica clásica", que obliga, si todo sale bien, a casi una semana de estancia hospitalaria tras el paso por el quirófano.

Esa cirugía convencional, muy ligada a los cánceres de pulmón, supone incisiones muy grandes, de unos 15 centímetros, por un lateral del tórax, y la utilización de un separador de costillas para que los cirujanos puedan desenvolverse. Todo muy agresivo.

Con la VAPS Single-Port "no tenemos necesidad de meter las manos", sino que se llega al punto requerido con ayuda de instrumental muy fino y, sobre todo, con un sistema de vídeo de alta definición. "Vamos de la mano de la tecnología", señalan Javier Aragón y el director médico del hospital asturiano, Miguel Javier Rodríguez; el traslado próximo al nuevo HUCA mejorará las perspectivas en este sentido.

El nuevo método arroja resultados muy positivos hasta ahora. El tratamiento posterior contra el dolor se lleva a cabo con analgésicos convencionales, "como los utilizados para un simple dolor de cabeza". En el HUCA no han tenido hasta la fecha ni un solo caso de infección, "ya que la incisión es tan pequeña que los riesgos se reducen muchísimo".

La cirugía endoscópica de tórax ha reducido considerablemente el número de complicaciones posteriores, que queda establecido en un cinco por ciento de los pacientes, "y todos con problemas menores". No se ha detectado ni un caso de dolor crónico entre las personas intervenidas.

La VAPS Single-Port fue la técnica utilizada para una novedosa intervención quirúrgica realizada en el HUCA meses atrás a una niña asturiana afectada por una infrecuente y compleja lesión pulmonar. La niña difícilmente hubiera soportado una operación al uso, invasiva y agresiva. Su recuperación fue espectacular.

Aquello animó a los cirujanos del HUCA para buscar más pacientes y más indicaciones. No sólo se tratan tumores de pulmón, sino que también sirve para biopsias, neumotórax, tumores del mediastino o incluso para la corrección de deformidades esqueléticas, como el llamado pecho hundido. Los médicos se refirieron ayer a la timectomía, la extirpación del timo, ligada a la miastenia gravis, una enfermedad neuromuscular crónica "que afecta muchas veces a gente joven", y, sobre todo, a mujeres.

Javier Aragón señala que la cirugía endoscópica de tórax "es ya nuestra primera opción". La cirugía convencional no está, sin embargo, descartada, sobre todo cuando se habla de lesiones tumorales grandes. Con el método de videocirugía se ha conseguido en Oviedo retirar una lesión de siete centímetros a partir de una incisión de cinco. La operación con la nueva técnica dura lo mismo que con la tradicional, en torno a las dos horas y media. Lo ideal es contar en el quirófano con tres cirujanos, pero en el HUCA se están realizando intervenciones con dos, "aunque muy entrenados en la técnica", explica Javier Aragón.

El VATS posibilita que puedan ser intervenidos pacientes que con la técnica convencional hubieran sido inoperables.