Fue una mañana para explicar el inicio de curso en las etapas iniciales pero se habló más de Secundaria que de Primaria.

Los cálculos de la Consejería de Educación es que los nuevos alumnos de la FP Básica, la gran novedad de la Lomce para este curso, no superen la cifra de 600. "Creemos que vamos a estar en una matrícula muy parecida a la de los actuales cursos de los Programas de Cualificación Profesional Inicial", los PCPI, dijo la Consejera.

La estructura que plantea Asturias para la FP Básica es la de una oferta de mil plazas para 53 ciclos profesionales que serán impartidos en 34 centros públicos y seis centros concertados. La ratio será de 20 estudiantes por grupo, diez menos de la prevista por el Ministerio.

El número exacto de alumnos no se sabrá hasta que queden listros los exámenes de septiembre -el último aliento académico, como los definió ayer muy poeticamente Ana González-. Pasar de los PCPI a la FP Básica no es solo un intercambio de siglas. Para empezar, la FP Básica supone una salida del sistema educativo porque va a afectar a chicos de 15 y 16 años, que están todavía en edad de educación obligatoria, cuando la FP no lo es. Los que empiecen este curso la nueva FP Básica tendrán por delante dos cursos, cada uno de ellos con una cualificación profesional distinta. El que supere un curso pero no aborde el siguiente no se marchará, pues, de vacío.

La convocatoria le sirvió de nuevo a la Consejera para recordar que "el Ministerio de Educación no da una miseria. Seguimos con graves problemas de financiación porque necesitamos 16,5 millones para poner en marcha la FP Básica y nos dan 4,5. Asturias es la comunidad más lesionada en ese reparto".

Sobre la FP Dual, nada que no fuera conocido. Sesenta nuevas plazas ligadas al sector del Metal, con un programa de tres años de duración, y la renovación del programa piloto de los últimos dos cursos, orientada a mayor número de horas de prácticas.