El ambiente se caldea semana a semana en el servicio de radiodiagnóstico del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Ayer, un total de 25 especialistas de la unidad enviaron una dura carta al equipo de dirección del centro sanitario en la que le acusan de poner en riesgo la seguridad de los pacientes al reabrir -ayer mismo- un escáner y una resonancia del viejo edificio del Cristo. Esta medida, y la tensión interna que ha generado, parecen haber colmado la paciencia del jefe del servicio, Serafín Costilla, quien ha presentado su dimisión al gerente del HUCA, Manuel Matallanas.

"Es cierto que el doctor Costilla ha presentado un escrito de dimisión, pero la dirección aún no lo ha aceptado. La decisión será tomada en breve", indicaron en la tarde de ayer fuentes de la gerencia del complejo sanitario ovetense.

"El viejo hospital del Cristo es un edificio vacío y por tanto no cuenta con los medios humanos ni materiales necesarios para hacer frente al protocolo de parada cardiorrespiratoria, por lo que no es un lugar adecuado para realizar estudios radiológicos con administración de contrastes intravenosos, ya que ello pondría en riesgo la seguridad de los pacientes", argumenta la misiva remitida por los radiólogos del Central. Muy distinta es la versión de Manuel Matallanas, gerente del HUCA, quien replicó que en el viejo recinto sanitario "tenemos equipos que pueden funcionar, y en concreto un TAC y una resonancia que van a pemitirnos reducir el volumen de pacientes pendientes de estas pruebas".

La intención de Matallanas y sus colaboradores es que estos dos equipos permanezcan en funcionamiento "hasta finales de año, como mucho". El gerente matizó que el nuevo HUCA irá, poco a poco, completando su dotación. En el momento actual es de tres escáneres y tres resonancias, y los responsables hospitalarios aspiran a llegar a cinco y cinco (se adquirirán dos resonancias y un escáner más, y desde el viejo Hospital se trasladará otro escáner).

Por otra parte, según el máximo responsable del HUCA, la dirección del Hospital lleva tres semanas "hablando con el servicio para conseguir que se equilibren los informes, y que se establezca una forma de actuación que combine la presencia del radiólogo durante las pruebas que requieren su presencia y el que un grupo de radiólogos pueda informar estas pruebas".

Estas declaraciones aluden a la práctica de pruebas diagnósticas por parte de técnicos del servicio, pero sin la presencia de médicos especialistas. Según algunos radiólogos consultados por este periódico, son 700 las pruebas que se han llevado a cabo -y por lo tanto ya no figuran en lista de espera- y que están pendientes de ser vistas e informadas por un especialista. Miguel Rodríguez, director del HUCA, subrayó ayer que la cifra real ronda las 300.

El doctor Rodríguez rebatió las críticas de los médicos, según las cuales "las listas de espera se deben en buena parte a la carencia de médicos radiólogos". Según Rodríguez, "en el área sanitaria de Oviedo hay 13 radiólogos por cada 100.000 habitantes, cuando la media de España es de 7. Y en el HUCA hay 38 radiólogos, suficientes para la dimensión del área".