El joven escritor y realizador indio Chaitanya Tamhane fue una de las grandes sorpresas de la última edición del Festival de Venecia. Su película "Court" no sólo se alzó con el premio "Luigi de Laurentiis" a la mejor ópera prima, sino que obtuvo también el galardón "Horizontes" de la muestra. "Gracias a ella puedo estar hoy aquí en Gijón", afirmó ayer, antes de relatar los numerosos escollor que ha de superar un filme como el suyo, muy alejado de la estética y los criterios comerciales y de producción que sigue la poderosa industria india, popularmente conocida como Bollywood, término resultado de mezclar Bombay con Hollywood.

"Todavía estamos asimilando lo de Venecia; fue increíble la acogida que tuvo, aunque no creo que ayude mucho a la difusión de mi película en la India", explicó Tamhane, para quien si, por una rara casualidad, "Court" hubiera salido de la "factoría Bollywood" "se hubiera montado un buen revuelo". "La verdad es que yo no persigo premios, para eso ya está Bollywood, tan sólo hacer una buena película", señaló el realizador.

El Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX) ha incluido "Court" en Rellumes, una sección fundamental del certamen al ofrecer ahí un tamizado panorama de algunas de las cintas destacadas en distintos festivales. "Court" hurga en el actual sistema judicial indio a partir de un hecho real que el talento de Tamhane, también guionista, ha sabido llevar al campo de la ficción cinematigráfica. Tras la aparición del cadáver de un trabajador, culpan a un viejo cantautor y activista de inducción al suicidio por sus letras contestarias. Hasta ahí el hecho real. Condenaron a pena de muerte, además, al artista al confundir su identidad con la de otra persona. Tamhane, que comparece en el FICX acompañado por el principal actor del filme y productor, Vivek Gomber, despliega desde esa kafkiana anécdota todo un repertorio de recursos con el que traza un brillante retrato de la India actual y de un sistema judicial absurdo, con vetas victorianas heredadas de los años de dominación inglesa.

"Es complicado que se estrenen películas así en la India", relató. Para Gomber, que es hijo de una magistrada del equivalente indio al Tribunal Supremo, hay en su país "una nueva generación que tiene ganas de hacer cosas y de cambiae la situación". Las fotografías de los juicios están prohibidas, así que el trabajo de documentación de "Court" fue especialmente minucioso. "Supuso un reto; también la reconstrucción de los decorados", afirmó el director. Éste, que se siente escritor y guionista con una relación de amor/odio con la escritura, añadió que se atrevió a dirigir esta cinta "porque no confiaba en nadie más para llevarla a la pantalla".

Para algunos críticos Tamhane está en la cordada de un cine de tintes humanitas. A él, en cambio, no le gustan las clasificaciones, los marbetes: "Sé lo que quiero hacer pero prefiero que sea el público quien decida; prefiero no colgarme ninguna etiqueta". Tamhane y su principado actor y productor tuvieron que remover numerosos obstáculos para concluir "Court": "Lo importante es confiar en el equipo con el que trabajas". ¿Y, después del éxito en Venecia y su presencia en Gijón? "Nos encanta Gijón, que tiene un público genial, pero creo que no volveré antes de tres años; soy lento", dijo el realizador.