Hacer reír es la mejor forma de lograr que un desconocido mantenga una actitud abierta y se muestre dispuesto a expresar cuestiones íntimas, incluso sin ser consciente de estar haciéndolo. Así que, si quiere hacer nuevos amigos la mejor manera es hacerles reír y compartir con ellos unas buenas carcajadas. Eso sostiene en sus conclusiones un estudio de la Universidad College de Londres (Reino Unido) y que ha sido publicado en la revista "Human Nature".

Establecer nuevos lazos sociales, con cierta solidez, requiere una apertura verbal que intensifica las relaciones. Para forjar nuevos amigos debe compartirse información que puede resultar sensible para algunas personas, como las convicciones religiosas o miedos personales, o datos que pueden parecer superficiales, como el tipo de comida favorita.

El objetivo del estudio era investigar qué papel desempeña la risa en la divulgación de ese tipo de informaciones. El investigador Alan Gray y su equipo se reunieron con 112 estudiantes de la Universidad de Oxford, formando grupos de cuatro, cuyos componentes no se conocían entre sí. Durante el experimento, los grupos vieron vídeos de 10 minutos juntos, pero sin intercambiar opiniones. Estos vídeos diferían en la cantidad de risas y sentimientos positivos que generaban. Entre ellos se encontraba una parte de una comedia, un vídeo instructivo de golf y un fragmento de un documental agradable sobre paisajes de la selva. Posteriormente, los investigadores midieron los niveles de las risas que se habían producido, así como el estado emocional de cada participante tras ver el vídeo. Inmediatamente después, cada miembro del grupo tuvo que escribir un mensaje a otro compañero con el fin de ayudarle a conocerle mejor.

El análisis de los resultados permitió comprobar que aquellos participantes en el experimento que se habían reído juntos compartían información más íntima que aquellos que no habían disfrutado de momentos de comedia. Alan Gray sostiene que la explicación no está solo en la experiencia positiva del momento, sino en los cambios químicos que ocasiona la risa, que libera la llamada "hormona de la felicidad": la endorfina. Según el estudio, se refuerza la idea de que la risa estimula a las personas a realizar revelaciones más íntimas a extraños.

Un dato curioso es que la persona que reveló información sensible sobre sí mismo rara vez era consciente de que lo hacía, sino que quien se percataba de la "confesión" era el destinatario del mensaje.

"Esto parece estar en línea con la idea de que la risa contribuye a fomentar comportamientos que favorecen el desarrollo de relaciones" explica Gray. Por tanto, aquellos que busquen hacer nuevos amigos, forjar relaciones y ampliar su círculo social deben tomarse la risa muy en serio.