Ricardo Gómez lleva 29 años como montador de exposiciones en el Museo Bellas Artes de Asturias; Emilio Dopico, diez. Tras superar su oposición, ambos han realizado numerosos cursos de manipulación de obras de arte, montaje y transporte. "Nuestra función principal es la de trasladar cosas de sitio, pero hacemos mucho más. Ayudamos en tareas de conservación de las piezas, en las comprobaciones de documentación con los técnicos y colaboramos con la dirección a la hora de pensar la colocación de las obras para una exposición", explica Dopico. Junto a sus otros dos compañeros del turno de la mañana, fueron claves a la hora de emprender la ampliación del museo, recientemente inaugurada. "La ampliación es la consecución del principal objetivo de este centro. Y el resultado es impresionante", dice Gómez.