Jeef Koons, para algunos el artista vivo más cotizado del mundo y padre de "Puppy", el terrier gigante que guarda, envuelto en flores y plantas, la entrada del Guggenheim de Bilbao, presenta desde hoy una retrospectiva de su obra en el museo diseñado por Frank Gehry.

La propuesta será el acontecimiento artístico del verano bilbaíno, con el reto de superar todas las cifras de visitantes de anteriores exposiciones. El éxito de público de Koons, una artista con referencias al minimalismo y al arte pop, quedó de manifiesto en las muestras colgadas recientemente en el Whitney Museum of American Art de Nueva York y en el Centro Pompidou de París. Figura clave del arte contemporáneo, Koons presenta su obra como un producto de consumo que se puede incluir dentro de la jerarquía de la estética convencional.

Con la singular muestra, que el director del Guggenheim considera casi una obligación por lo que de símbolo para el museo supone la figura de "Puppy", se ofrece una revisión completa de su "coherente y sorpresiva" trayectoria, según subrayó Juan Ignacio Vidarte, director del museo. "Se trata de una exposición muy especial que permitirá un mejor entendimiento de un artista innovador y provocador que utiliza diferentes materiales y medios para expresarse", añadió.

Seguidor de Marcel Duchamp, Koons se da a conocer en los años ochenta con un bagaje artístico en el que caben desde juguetes hinchables hasta objetos publicitarios o esa representación de la banalidad que plasma en la obra dedicada a "Michael Jackson y Bubbles". Conjuntado y sonriente, posó ayer junto a muchas de sus obras, entre ellas el "Perro globo" y "Popeye".

El Guggenheim prepara para este otoño una muestra de Francis Bacon y en 2016 colgará la obra de Andy Warhol realizada a finales de los años setenta.