Cuando se trata de defender la castidad de las hijas es legítimo acudir a recursos clásicos como la escopeta. Eso sugiere uno de los puntos del "decálogo para padres" publicado por la web ReligiónenLibertad, propiedad de la Fundación Nueva Evangelización para el siglo XXI.

No es necesario tener escopetas "pero se pueden mencionar con humor". "¿Te gusta cazar, hijo?, podemos quedar un día y te enseño mi colección de armas"... es una de las diez recomendaciones para disuadir a los jóvenes de tener relaciones sexuales con sus hijas. En las otras nueve hay de todo: hacerse con el móvil del joven, con la matrícula y el modelo de vehículo, preguntarle qué religión profesa, interesarse por sus planes de futuro. Y, por último "preguntarle cuáles son sus convicciones respecto a la castidad". Según ReligiónenLibertad, "un padre tiene derecho a localizar a los chicos que se interesan en su hija y a tantearlos con preguntas, para proteger el corazón de la chica y prever heridas emocionales y sentimentales que pueden dañarla durante años".

La primera pregunta que se recomienda que haga el padre es sencilla: "¿Por qué quieres salir con mi hija?". "¿Qué religión tienes?, ¿eres asiduo en tu práctica religiosa?, ¿qué piensan tus padres sobre estos temas?", son otras de las cuestiones que hay que plantear "con tacto y buenos modales".

También le da importancia a que la relación tenga visos de futuro. Y para conocer las intenciones del joven en cuanto a temporalidad invitan a plantear preguntas del tipo: "¿Cómo te imaginas dentro de cinco años, cuál piensas que es tu futuro?". Es muy importante, según la Fundación, que el pretendiente informe al padre "de dónde van a ir, qué van a hacer y a qué hora van a volver", y rechazan las salidas "cheques en blanco", sin especificar dónde se va y a qué. "Me gustaría que protejas a mi hija como yo lo haría, ¿te ves capaz?", se recomienda preguntar también.

Aunque tiene carácter laico, jurídicamente la Fundación Nueva Evangelización para el siglo XXI está dentro del amparo de la Iglesia católica y bajo supervisión del arzobispado de Madrid.