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Un camino entre pucheros

La comida se sirve en La Tená

Carmen Río y su hija Amaya regentan en el centro de Noreña un restaurante donde tanto su encanto como su fidelidad a la cocina asturiana van a la par

Fideuá con marisco y rollo de carne en La Tená de Carmen. ANA PAZ PAREDES

Uno de los concejos del centro de Asturias, considerado como la capital chacinera del Principado, es Noreña, donde la industria cárnica es sumamente importante. Tal es la cosa que le han levantado hasta un monumento al gochu, realizado a iniciativa de los Caballeros de la Orden del Sabadiego, para homenajear al animal que aporta la materia prima a su industria. La obra, realizada por José Luis Iglesias, está en la plaza de la avenida Flórez Estrada.

Justamente un poco más arriba está el local que protagoniza hoy esta página, La Tená de Carmen, un edificio de color azul que tiene enfrente un pequeño parque en cuyo centro hay un precioso quiosco de la música. Lo cierto es que da gusto pasar por esa calle, cuando a media mañana ya se perciben los aromas que de allí salen anunciando que Carmen Río Cancio, como cada día, está "perpetrando" el menú o alguno de los platos que le dan fama, como es el caso de su arroz caldoso con marisco, el lechazo al estilo de Castilla, las colas de pixín, que ella llama "rapinos", e inclusive un tradicional pitu caleya.

Es Carmen una mujer que "casi nació entre fogones". "Yo soy gallega, nací en una tienda-bar que tenían mis padres. A Asturias me vine por haberme casado con un asturiano y aquí me quedé, encantada de la vida, en esta tierra", dice con una amplia sonrisa esta mujer que desprende un halo de simpatía contagiosa. Pendiente de que todo esté en orden y de que los clientes estén satisfechos tiene en su hija Amaya, que controla la barra y el comedor, su mano derecha. Ella, al igual que su madre, se gana al minuto a la clientela con un servicio rápido y atento, sin perder la sonrisa. El fin de semana, además, les ayuda su otra hija, Yohana.

Carmen Río es cocinera ya casi desde la infancia. Toda su vida profesional, hasta hoy, se ha desarrollado en diferentes locales de hostelería, el último en Lugones, antigua Casa Pepita, al que llamó restaurante Casa Carmen. "Nunca olvidé todo lo que aprendí de mi abuela Elvira", afirma esta mujer con un punto de nostalgia, que hace dos meses y medio decidió abrir su negocio en Noreña, donde vive, cuando le surgió la oportunidad de coger el local que tiene junto a su casa. "Siempre estuve enamorada de Noreña, y ahora más", añade.

En La Tená de Carmen hay un menú diario a 10 euros, muy completo, así como otro especial a 18 euros en fin de semana. Luego, ya en carta y junto con las especialidades ya citadas, se puede comer pote, fabada, garbanzos con langostinos, setas con langostinos, huevos rotos con gambas o una buena ensalada de cecina con queso de cabra. En carnes, no faltan el cachopo tradicional, secreto ibérico confitado o a la plancha o unas chuletillas de lechazo. En pescados se puede citar el bacalao al pilpil con compota de tomate o merluza en todas sus especialidades. En cuanto a la carta de postres, es tan larga que citaré, si acaso, la leche frita, los frixuelos, el arroz con leche, la tarta de queso y la copa celestial. Tiene dos comedores, cada uno en su estilo, con mucho encanto y cálidamente decorados: uno para treinta comensales y otro para doce.

Viernes y sábados abren todo el día y durante la semana, en horarios sólo de comida. En fin de semana es imprescindible llamar y reservar en el 677885024.

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