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la columna del lector

Orbayu y caleya

Me parece una completa "vergoña" que en muchos de los centros escolares no se enseñen correctamente ciertas materias. Y con "ciertas materias" me refiero en especial a la Llingua Asturiana.

Es posible que haya personas que, por fortuna, reciben unas buenas, excelentes, adecuadas clases de asturiano. Les quiero dar a todas esas personas mis más sinceras felicitaciones: han tenido mucha suerte. Al contrario que yo, claro. El motivo por el cual escribo esta carta sin experiencia anterior se centra en la negligencia de ciertos profesores a la hora de impartir clase de Lengua Asturiana en el mismísimo Principado de Asturias, y esto lo conozco yo mejor que nadie: he tenido seis años seguidos de clases de asturiano en la escuela Primaria, y mi conocimiento no debería ser muy avanzado, obvio, pero las aptitudes que tenía de asturiano al finalizar esta etapa, hace un año, no eran ni muchas ni pocas, eran prácticamente nulas.

Para que se hagan una idea de lo poco que entendía, les voy a confesar que no conocía el significado de palabras tan simples como "orbayu", "caleya" o "perceguera", entre otras. Expresiones como "nun voy ser quién a..." eran desconocidas para mí. En fin, supongo que han entendido el mensaje que quería transmitirles.

Ahora se harán una gran pregunta: si en las clases de asturiano no aprendíamos absolutamente nada, ¿a qué nos dedicábamos? Si hago memoria, lo recuerdo perfectamente; un día a dibujar, otro día a moldear plastilina... Pero, sobre todo, a jugar a juegos electrónicos en la sala de informática. Han oído bien, jugar a juegos online, en ordenadores, que para colmo no eran asturianos ni por asomo, tampoco españoles, sino ingleses. Y no sólo eso, sino que nos pedían comprar libros de cursos inferiores para después no utilizarlos. Vamos, que las clases eran realmente penosas, y los profesores no parecían ser de asturiano. Y no me refiero a esos profesores que trabajan duro y que enseñan asturiano de verdad: a ellos les quiero dar las gracias por su buen trabajo. Me refiero a los profesores que no tienen ni idea de asturiano, o que sí la tienen pero que no transmiten sus conocimientos. La solución a este problema se encuentra en concienciar a las instituciones sobre el asturiano. Porque el asturiano no es una lengua cualquiera, es nuestra lengua.

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