La Agencia Europea del Medicamento dio ayer luz verde a la primera vacuna contra la malaria. Mosquirix se suministrará, únicamente, en bebés de entre 6 semanas y 17 meses, que fueron las franjas de edad que salieron beneficiadas en los estudios clínicos. Durante décadas se han llevado a cabo diversas investigaciones, pero se trata de la primera vez que se aprueba una vacuna de este tipo. Aunque su eficacia es limitada, el producto ofrecerá protección contra la enfermedad en el primer año tras su administración.

La vacuna nació fruto de los estudios clínicos realizados en siete países africanos y que permitieron comprobar que la inyección evitará la infección del parásito "Plasmodium falciparum". Para su aprobación se demostró que el fármaco es efectivo en la prevención de la enfermedad en un 56%, en bebés de entre 5 y 17 meses, mientras que su eficacia se reduce después del primer año de vida. Las ventajas de Mosquirix superan los riesgos y eso es lo que ha servido para dar luz verde al producto.

El próximo mes de octubre la Organización Mundial de la Salud se reunirá para discutir y deliberar sobre la fabricación del producto. Se analizará durante este encuentro el coste en relación a la eficacia y la disponibilidad para ser adquirida, como asuntos determinantes. El veredicto se conocerá en noviembre, aunque se espera que éste sea también positivo. De ser así, comenzaría entonces un largo proceso para que los países afectados regulen el uso y la administración de la vacuna. Teniendo en cuenta los trámites que quedan por delante, se estima que será en 2017 cuando se empiece a suministrar.

La Alianza Mundial para la Inmunización anunció su disponibilidad para ayudar a introducir la vacuna en los países que no cuenten con recursos económicos suficientes para comprarla. Por otro lado, la empresa farmacéutica Glaxo Smith Kline confirmó que en el caso de confirmarse la comercialización de su vacuna, destinará un 5 por ciento del precio de venta a la investigación de más vacunas contra la malaria y otras enfermedades tropicales.

Actualmente en el mundo hay 3.200 millones de personas que se encuentran en riesgo de contraer la malaria y se estima que en 2013 la enfermedad produjo 584.000 muertes.