Las 'corrientes de resaca', son la causa más probable de ahogamientos en las playas españolas. Se forman en muy poco tiempo, cuando el agua que llega a la playa vuelve mar adentro en zonas específicas y se abren bancos de arena paralelos a la playa.

Los canales de resaca asociados a estas corrientes son también las avenidas naturales por donde desaparece gran volumen de arena durante los temporales de invierno. Como consecuencia del proceso, los bancos de arena paralelos a la playa, que contenían el agua agolpada contra la orilla, ceden por erosión originando corrientes de resaca que arrastran mar adentro a los bañistas.

Ahora bien, a diferencia de otros países más avanzados en esta materia, en España todavía no existe una adecuada formación ni estadísticas detalladas que permitan conocer con precisión la relación entre corrientes de resaca y ahogamientos en la playa.

Por este motivo, el coordinador del Grupo de Investigación de la Universidad Camilo José Cela (UCJC), Antonio de la Cruz, y el director de la Cátedra de la Mar de la UCJC, Francisco Javier Aragón, han aportado una serie de pistas para detectar la presencia de estas corrientes.

1. Observar las líneas de olas.

La mayor profundidad del canal de resaca en comparación con las zonas adyacentes, evita que las olas rompan. Por lo tanto, se produce un contraste entre la zona de la corriente de resaca (oleaje más calmado o inexistente) y las zonas adyacentes dominadas por olas de traslación con espuma blanca, lo que permite la identificación de la corriente de resaca, ya que esta puede "interrumpir" varias líneas de oleaje.

2. Identificar el tono arenoso del mar.

Las corrientes de resaca pueden identificarse a veces a simple vista como consecuencia de la erosión producida por la arena que transportan en suspensión. A veces, esta arena y materiales pueden dar un tono arenoso que permite identificar las corrientes de resaca. Otras veces pueden tener colores azul intenso o más apagado. Las zonas de la playa durante bajamar donde la erosión es más acusada también alertan sobre este fenómeno.

3. No perder la calma y nadar en paralelo a la orilla.

Si caemos en una corriente de resaca lo que nunca debemos hacer es perder la calma y nadar contra corriente hacia la orilla, lo aconsejable es salir de la corriente nadando paralelamente a la orilla y después, cuando ya no sintamos el tirón de la corriente, volver a la playa de forma inclinada aprovechando el empuje de las olas de traslación.

"Si somos buenos nadadores, podemos dejarnos llevar hasta la cabecera de la corriente de resaca, donde la velocidad es mínima, y después nadar en dirección inclinada hacia la orilla. Los canales de resaca son también un riesgo para los bañistas que no sepan nadar, ya que pueden perder pie al andar por el agua paralelamente a la orilla", han explicado.