El hermético régimen de Corea del Norte, en el que internet, la televisión y la prensa libre están prohibidas, ha quedado retratado en Instagram. Taylor Pemberton, un turista norteamericano, ha compartido en esa red social las fotos que ha tomado durante sus vacaciones en el país, instantáneas del metro, de los monumentos, los parques, las estaciones y los hoteles en los que se alojó durante su estancia. No es el único que ha difundido imágenes de Corea del Norte a través de las redes sociales. Profesionales y viajeros también lo han hecho. Algunos han conseguido escapar al férreo control impuesto por Kim Jong-il, que gobierna las mentes y hasta las miradas de sus súbditos, y que trata de extender ese control a todo el que pone el pie en aquel país.

En plena crisis entre las dos Coreas, con la del Sur transmitiendo consignas contra la del Norte desde altavoces instalados en la frontera como represalia por la colocación de las minas terrestres, las fotografías filtradas en las redes sociales revelan algunos aspectos de la vida en una dictadura asiática.

Las imágenes de Pemberton, que tiene 26 años, son amables, postales para turistas, cuyos movimientos por el país están férreamente controlados, y que son severamente advertidos de las consecuencias que pueden acarrearles enfocar el objetivo más allá de lo permitido.

De ello puede hablar Eric Lafforgom, un fotógrafo francés que consiguió sacar del país algunas fotos no autorizadas por las autoridades norcoreanas. Fueron tomadas por él durante una gira organizada para la prensa extranjera por el régimen de Kim Jong-il. Después de que Lafforgom difundiera parte de esas imágenes a través de Pinterest, con niños desnutridos, familias trabajando en los campos de arroz, militares dormitando y edificios ruinosos, el Gobierno de Corea del Norte le prohibió para siempre la entrada en el país.

La mirada de Lafforgom muestra la cruda realidad norcoreana. De aquel viaje llegó contando que fuera de las grandes ciudades, como Pyongyang, "la vida es cruel en muchas partes de Corea del Norte y está lejos de los estándares occidentales".

Alex Hoban es un publicista británico que colabora en medios como "The Guardian" y que ha colgado las fotografías de su estancia en Corea del Norte en las redes y que acabó siendo detenido por tuitear bromas sobre Kim Jong-il. Alex Hoban, con una mirada más gamberra, muestra el nightclub donde acababa sus noches de farra, funcionarios y campesinos, paisajes urbanos, playas atestadas de coreanos, supermercados y postales edulcoradas con imágenes de celebraciones escolares.

En la era global, ni una dictadura como la de Corea del Norte puede evitar grietas en su escudo informativo. Las imágenes hablan por sí solas.