Cinco años después de haber publicado su último éxito de ficción, "Freedom", el escritor estadounidense Jonathan Franzen ofrece una nueva novela, "Purity", centrada en la vida atormentada de una joven y su entorno de pasiones.

"Purity" (Farrar, Straus and Giroux), una obra de 563 páginas que será lanzada este martes, mezcla escenarios de Estados Unidos, Bolivia o Alemania del Este, en un relato de varias generaciones que ya ha marcado las obras anteriores de Franzen.

El personaje principal es Purity Tyler, aunque usa más el nombre de Pip, hija de una madre que no está totalmente en sus cabales y que conserva secretos importantes, como la verdadera identidad del padre de la joven.

Pip se mueve en el mundo de las angustias típicas de los jóvenes estadounidenses, con una deuda universitaria que marcará sus próximos años, pero la obra la lleva a otros mundos más complejos, como el de otro personaje clave, Andreas Wolf.

El mundo de Wolf es el de los secretos informáticos, al modelo de Wikileaks. De origen germano-oriental, Wolf, obsesionado con la fama, comparte con Pip la vida cerca de la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra.

Pip también vive el mundo que representa el otro personaje masculino importante de la obra, Tom Aberant, que trabaja como periodista de sitios de internet en la ciudad estadounidense de Denver.

Las vivencias de los tres personajes demuestran distintas facetas del idealismo, ya sea en apoyo de causas medioambientales o en los esquemas para romper el secreto que rodea a informaciones de interés público guardadas por numerosos candados.

Son personajes que buscan transcender con sus ideas o actividades, desde un comportamiento personal tormentoso, y que adoptan causas que suelen ganar una simpatía generalizada, según las reseñas publicadas en los últimos días.

"Esta es una novela de secretos, manipulaciones y mentiras", dice una de las críticas hechas por el diario The New York Times anticipando la publicación de la quinta novela de Franzer.

De sus trabajos, sólo dos hasta ahora han alcanzado un gran éxito, "Freedom" (2010) y otro anterior, "The Corrections" (2001), una novela que lo lanzó a la fama y que gracias a ella consiguió ser finalista de los Premios Pulitzer en la categoría de ficción.

Los relatos en primera persona y la interconexión generacional son elementos que se repiten en "Purity", aunque en esta última novela, Franzer adopta una actitud distinta, apoyándose más en la historia que en el estilo.

La búsqueda de Pip para saber quién es su padre o un asesinato que surge a la mitad de la narración envuelven al lector en una trama complicada en la que aparecen ocasionalmente los propios desórdenes de carácter de la joven.

"En lugar de ser condescendiente con sus personajes como ha hecho en otras ocasiones en el pasado, (Franzen) muestra una capacidad mayor para retratarlos desde dentro, mientras luchan con un tumulto de emociones", dice en el Times la reseña de Michiko Kakutani.

Los personales, agrega, "parecen menos víctimas freudianas cuyos destinos ya han sido determinados por pasados familiares disfuncionales", agrega.

Franzen comenzó a trabajar en esa novela en 2012. En una entrevista que concedió entonces dijo que el primer bosquejo tenía cuatro páginas y que estaba abandonando cualquier ilusión de ser un autor de novelas de 150 palabras.

"Necesito espacio para dejar que las cosas cambien en el tiempo y verlas desde la vida completa de los personajes, no sólo el principal", afirmó el autor.