La Universidad de Oviedo se gastó ayer un dinero extra en borrar las pintadas que en el campus del Milán arremetían contra el profesor Miguel Alarcos por su polémica en relación con la lengua asturiana y a la que, cinco días después de la celebración del acto que dio lugar a la trifulca, se siguen sumando reacciones.

Una de ellas, la de Ana Cano, presidenta de la Academia de la Llingua. "Las palabras de Miguel Alarcos me parecen gravísimas, lamentables, inadmisibles e inconcebibles". Cano asegura que "conozco a Miguel Alarcos y no quiero entrar en descalificaciones personales", pero la presidenta de la Academia pide "una declaración oficial de la Universidad ante unos insultos gratuitos intolerables. Es lamentable que ese tipo de descalificaciones se permitan en la institución universitaria". Cano lo tiene claro: "La defensa de los derechos lingüísticos no se solucionará mientras no haya cooficialidad".

La polémica saltó el lunes cuando en la presentación del libro "Homenaje a los poetas de la Cátedra Emilio Alarcos", una de las intervinientes, la joven Raquel Fernández Menéndez, leyó un poema en lengua asturiana. El descontento de la directora de la Cátedra, Josefina Martínez, y de su hijo, profesor de Filología y también poeta, Miguel Alarcos, fue evidente. Ambos lamentaron también que en el libro se incluyeran tres poemas en llingua.

Quizá todo hubiera quedado ahí si Alarcos no se hubiera lanzado en tromba horas después en la página de Facebook que administra criticando a los asturparlantes y calificando la llingua asturiana de "puta mentira de políticos y filólogos paletos".

Alarcos Martínez cambió ayer el nombre del grupo en Facebook y su configuración de privacidad. De "cerrado" a "secreto". El profesor universitario había retirado sus ardorosas palabras en la red, pero el incendio ya estaba en su apogeo.

La petición de la Academia para que la Universidad realice una declaración oficial sobre el asunto parece que caerá en saco roto. El rector, Vicente Gotor, declaraba ayer a este periódico que "la Universidad ni entra ni sale, ni pincha ni corta. La subvención a la Cátedra Emilio Alarcos parte del Ayuntamiento de Oviedo y ni siquiera había nadie del equipo rectoral en el acto" que generó la polémica.

Gotor lamenta el cariz de las opiniones personales vertidas por Alarcos en las redes sociales y espera que "a estas alturas nadie dude de lo que hacemos por el asturiano, con dos grados, un máster y un rector al que le gusta expresarse en asturiano en aquellos actos oficiales que lo precisen".

Las palabras de Gotor fueron corroboradas por su vicerrector de Extensión Universitaria, Leopoldo Sánchez Torre, que subrayó "el compromiso de este equipo rectoral con el asturiano, firme e incuestionable". Habló de las enseñanzas regladas, de la comisión de normalización creada en 2011 y de la página web en español, inglés y asturiano gracias a la colaboración de la Academia de la Llingua, "con la que trabajamos de forma muy estrecha".

Mientras tanto, en otra "trinchera", la poeta Raquel Fernández Menéndez, involuntaria causante del rifirrafe con su lectura en asturiano, ya tenía anoche más de 2.600 adhesiones en la plataforma Change.org. La suya es una llamada a la reflexión con dos instituciones destinatarias: el Ayuntamiento de Oviedo y la Universidad asturiana.

Raquel Fernández recibió ayer un sutil homenaje cuando en el Máster en Estudios Género en el que está matriculada, en el Milán, la profesora que impartía la clase, la poeta irlandesa Mary O'Malley, la invitó a subir al estrado y a leer un poema en asturiano.