Gijón, J. MORÁN

Los Heraldos del Evangelio, la asociación católica que en 2003 se hizo cargo de las labores de formación en la Escolanía de Covadonga, ha cesado en esta actividad, lo que ha obligado al Arzobispado a encomendar de nuevo dicho centro de estudios al clero diocesano.

La renuncia de los Heraldos se ha producido por «propia iniciativa» de esta entidad, según explicó ayer un cargo diocesano. Sin embargo, tiempo atrás se habían producido discrepancias entre los Heraldos y el cabildo de Covadonga acerca de la organización y estructura educativa de la Escolanía.

Los Heraldos del Evangelio, una asociación internacional de derecho pontificio aprobada por la Santa Sede en 2001, dedicó a tres de sus miembros, uno de ellos sacerdote, al trabajo en la Escolanía. La asociación también abrió en febrero de 2005 una academia de formación juvenil en Lugones (Asturias) que fue inaugurada por el arzobispo, Carlos Osoro, quien anteriormente les había llamado a trabajar en Covadonga.

Fundada hace más de medio siglo, numerosos antiguos alumnos de la Escolanía de Covadonga son hoy músicos en activo. Unos cincuenta niños la componen en la actualidad. Además de acompañar las celebraciones litúrgicas del santuario y de actuar en otros lugares del Principado, los escolanos reciben formación musical y coral, al tiempo que cursan estudios de Primaria y de primer y segundo ciclos de ESO. El consiguiente refuerzo que requiere la Escolanía, tras la partida de los Heraldos, será cubierto por el sacerdote Javier García-Cuevas Alfaro, ordenado el pasado mayo, y por el diácono, también ordenado este año, Pablo Gato. Un laico completará el equipo y la dirección del centro seguirá encomendada al canónigo Manuel Ángel García.

Otros cambios

Por otra parte, el arzobispo, Carlos Osoro, podría proceder en los próximos meses a designar un nuevo abad de Covadonga, al aproximarse el actual, Florentino Hoyos, al cumplimiento de los seis años de nombramiento canónico. Lo que sí se producirá en los próximos días será el nombramiento de diversos párrocos de la diócesis. Así, el ex vicario episcopal Jesús Francisco Rodríguez de la Vega se incorporará a la parroquia de San Juan de Ávila (Avilés), tras haber pasado por un año sabático.

El párroco de San Antonio de Infiesto, Francisco Donate, pasará a Santa María de Pravia, cuyo titular hasta el presente, Juan Ignacio García Iglesias, fue designado en junio vicerrector y formador del Seminario Metropolitano de Oviedo. En la capital, el párroco de San Antonio de Padua (la Argañosa), Jesús Álvarez, se despidió la semana pasada de su feligresía y su sucesor será José Manuel García de Jesús, hasta ahora párroco de Nuestra Señora de la Merced, en el Naranco, Oviedo, un templo del que vuelven a encargarse los Mercedarios.