Gijón, Rodrigo MARTÍN

El patio de la Universidad Laboral de Gijón se retrotraerá dos siglos con motivo de la representación de la ópera «Cavalleria rusticana», del compositor Pietro Mascagni, que tendrá lugar hoy, a las 22 horas. En colaboración con el teatro Jovellanos, la Laboral ha querido seguir impulsando las representaciones operísticas en el patio universitario, en un intento por convertirlo en un verdadero referente del arte y la ópera de Gijón.

El espectáculo, que fue presentado ayer en la sala Gallery Art&Food de Gijón, contará con la dirección musical de Mariano Rivas y la dirección escénica de Aldo Tarabella, todo un referente de la ópera en su país natal, Italia. Además tendrá un elenco de cantantes de primera línea internacional, como Nadine Denize (mamma Lucía), Francesco Anile (Turiddu), Angela Chiara (Santuzza), Silvio Zanon (Alfio) o Laura Brioli (Lola). Como guinda al espléndido despliegue realizado, la Orquesta Sinfónica del Principado también estará presente en el espectáculo, involucrando, una vez más, a los asturianos en los grandes eventos musicales.

Mariano Rivas quiso destacar la ilusión con la que todo el equipo afronta el reto de llevar a la Laboral un espectáculo de tal magnitud, un lugar al que no dudó en catalogar como «idóneo y un marco incomparable» que parece haber sido diseñado para este evento. El recinto contará con una megafonía y una acústica especiales, por lo que el equipo técnico de sonido del que se ha dispuesto ha sido de «gran calidad». Además, y para disfrute de los asistentes, la iglesia de la Laboral servirá de marco ilustrativo donde la caballería celebra el día de Pascua siciliana.

La obra, de una duración aproximada de una hora y cuarto, se desarrolla a finales del siglo XIX, en la ciudad italiana de Sicilia, y destaca por su gran emotividad, violencia y realismo a lo largo de toda la representación. «Es una obra que pertenece al grupo verista, basada en emociones reales. Es muy aldeana», comenta Mariano Rivas. Además, esta obra tiene como mayor aliciente la inclusión del ballet, un hecho que despertó muchísima expectación en Aldo Tarabella, y que fue una de las causas por las que no pudo rechazar la oferta. Ambos directores no dudaron en atribuir todo el mérito a Estrella García, una coreógrafa más que contrastada, que consiguió reforzar con el cuerpo del ballet la parte más dramática de la ópera, introduciéndole toques modernos y no tan clásicos a una obra de carácter rústico, algo que podrá sorprender mucho al respetable.

El preludio será otro de los platos fuertes del espectáculo, por la intensidad, la fuerza y la pasión que desprende. En estos minutos será donde el público empiece a meterse de lleno en la obra y no desvíe su atención hasta el final. Y es que Tarabella quiso destacar también el «toque misterioso» que estará perenne a lo largo de toda la obra.

Este será el segundo año consecutivo que la Laboral albergue una ópera en el patio, tras el éxito de «Tosca», el verano pasado. Si el tiempo lo permite, mañana lo rústico volverá a estar de moda. Miren al cielo y crucen los dedos.