Oviedo, J. N.

La catedrática de instituto María Cristina García-Alas -hija del rector Alas, nieta de Clarín- falleció a última hora del pasado domingo en Oviedo, de forma casi repentina, a los 86 años de edad. Precisamente, mientras ayer estaba de cuerpo presente en el tanatorio de El Salvador se reinauguraba como sede del Archivo Histórico de Asturias el edificio de la cárcel modelo de Oviedo donde en febrero de 1937 fue fusilado su padre, el rector Leopoldo Alas Argüelles.

El hijo de la profesora fallecida Leopoldo Tolivar Alas, catedrático de la Universidad de Oviedo, indicó a LA NUEVA ESPAÑA que su madre «siempre había rechazado el rencor», a pesar de las trágicas circunstancias por las que pasó su familia, especialmente el fusilamiento de su padre y también la hostilidad que desde sectores ultras sufrió su abuelo, autor de «La Regenta».

Cristina Alas era una mujer vital, simpática, guapa, enérgica y con un bagaje intelectual formidable que se complementó con el propio de su esposo, el doctor José Ramón Tolivar Faes, fallecido en 1995, un destacado profesional con gran sentido social y un intelectual tan valioso como humilde a la hora de pregonar saberes.

«Sobrevivió a situaciones muy difíciles», comentó su hijo Leopoldo, «y con éxito; cursó, por ejemplo, la carrera después de regresar del exilio y logró más de veinte matrículas y eso que el ambiente era para ella muy hostil. Además, trató con benevolencia a las personas que no habían sido precisamente valientes», añadió Tolivar, sin duda en referencia a algunos profesores que tuvo en aquella Universidad de posguerra, compañeros de claustro de su padre el rector y que, sin embargo, no movieron ni un dedo para intentar salvarlo.

En el tanatorio estaban ayer los hijos de la catedrática fallecida, ambos también catedráticos, Ana Cristina y Leopoldo; su yerno, el catedrático David Ruiz; su nuera, la magistrada María José Pueyo, el nieto, José Tolivar Pueyo, de 13 años, con el que estaba extraordinariamente unida, y otros familiares y amigos como Lolina Fidalgo. El desfile para dar el pésame y orar brevemente fue constante con un cierto matiz político, ya que Leopoldo Tolivar fue el líder del PSOE en el Ayuntamiento de Oviedo durante varios años. La propia Cristina Alas, como comentaba ayer con cariño y gracia su hijo, era «muy socialistona, sobre todo en los últimos años». Entre los políticos que se acercaron al tanatorio estaban la concejala ovetense y líder socialista Paloma Sainz y el concejal popular José Suárez Arias-Cachero.

Entre abrazos y pésames Leopoldo Tolivar recordaba que había que avisar a Monée, amiga de la infancia de Cristina, de los tiempos de su exilio en Francia. Y recordaba la simpatía y la gratitud que siempre había sentido su madre hacia Francia -a fin de cuentas era catedrática de Francés en el Instituto Alfonso II de Oviedo- y el desprecio que constantemente manifestó al general Pétain, al régimen de Vichy y a quienes colaboraron con los nazis invasores del país vecino en la II Guerra Mundial.

Los familiares de la profesora fallecida rememoraron «los recuerdos gratísimos» que les inspiraba Cristina en la hora de su muerte y los consiguientes «sentimientos de gratitud». Leopoldo Tolivar destacó las enseñanzas vitales que le había dispensado su madre, la formación como persona y la ayuda en los estudios. Insistiendo en la ausencia de todo sentimiento de rencor en Cristina -especialmente en relación con el asesinato de su padre-, indicó que realmente «el mal no tiene ideología». Comentó también que esa falta total de resentimiento era un valor «que me gustaría transmitir a mi hijo».

Tolivar dijo que su madre no le había transmitido, sin embargo, sus múltiples aptitudes para las ciencias, los idiomas o las habilidades comunes. En ese sentido recordó cómo, cuando estando en Francia era trasladada en un tren hacia un campo de concentración, Cristina Alas se las arregló para abrir la cerradura del vagón con unas tijeras y saltar en dirección a la libertad.

Cristina García-Alas recogió la herencia moral de su madre y la amplió luchando por preservar el legado intelectual de su familia para transmitirlo a la posteridad. Los estudiosos de Clarín tenían hasta ahora en su domicilio una cita imprescindible a la hora de consultar documentación sobre el escritor. También sobre el rector Alas, el doctor Tolivar Faes y el doctor García Oliveros. En conjunto se trata de cuatro legados, de extraordinaria importancia, que, por razones poco explicadas, no han merecido de las autoridades regionales la atención que merecen.

El funeral por Cristina Alas se celebrará hoy, a las cuatro y media, en Oviedo en la parroquia del Corazón de María.