Madrid, Efe

La Comisión de Educación del Senado acordó ayer pedir a la Real Academia de la Historia (RAH) que paralice la difusión en España y en el extranjero de su Diccionario biográfico español tras la polémica suscitada por algunas de sus entradas, como la de Francisco Franco.

Todos los grupos parlamentarios, a excepción del popular, consensuaron una enmienda transaccional a la moción presentada por Entesa Catalana de Progrés, por la que se insta al Gobierno a reiterar el requerimiento realizado por el Ministerio de Educación a la RAH para que adopte las medidas oportunas para revisar y en su caso corregir inmediatamente aquellas entradas del diccionario que se han apartado del necesario rigor y objetividad.

La moción, aprobada por 13 votos a favor y 12 en contra, pide que se paralice la difusión del diccionario elaborado por la RAH hasta que exista un pronunciamiento al respecto de la comunidad científica. El pleno de la Academia acordó el pasado día 17 constituir la comisión que se encargará de revisar el diccionario y que estará integrada por Miguel Artola, Juan Pablo Fusi y Carmen Sanz.

Los portavoces, a excepción del Grupo Popular, han criticado algunas de las biografías incluidas en el diccionario, entre ellas la de Franco, escrita por Luis Suárez, que afirma que el general «montó un régimen autoritario pero no totalitario».

En la defensa de su moción, el portavoz de ICV Joan Saura ha considerado que estas entradas del diccionario han causado un escándalo no sólo nacional sino internacional, aunque ha reconocido el trabajo realizado por la mayoría de los historiadores en esa publicación. Saura ha considerado esta obra como algo impropio de una democracia, «no sólo por lo que dice sino por lo que no dice» ya que, ha criticado, no dice nada de la represión franquista.

El portavoz del PP, Adolfo Abejón, ha considerado sorprendente que «quienes acusan a la Real Academia de la Historia de reescribir la Historia son precisamente quienes la tratan de reescribir cada día desde la llamada ley de la Memoria Histórica». «¿Debemos repudiar la biografía de Carrillo porque no habla del doloroso episodio de Paracuellos del Jarama? ¿O la biografía de González porque no habla de los GAL o de la corrupción? Pues no», sostuvo Abejón, que defendió que se deje «la historia a los historiadores».