Científicos de la NASA han observado como una estrella, que comenzó a ser devorada por un agujero negro el pasado mes de marzo, continúa brillando por la emisión de rayos X, además de la llamaradas de alta energía que llegan desde la Tierra.

Los expertos han señalado que este hallazgo, que se publicará en la revista 'Nature', está sucediendo a 3,9 mil millones de años luz de la Tierra, en la galaxia bautizada como 'Swift J1644+57', que se encuentra en la constelación Draco. El suceso se produjo después de que la estrella se acercara "demasiado" al agujero, que mide cuatro millones de masas solares, según han apuntado.

El investigador del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsoniano Ashley Zauderer, ha explicado que el estudio realizado se ha centrado en las emisiones de Radio, concretamente en cómo el gas de una estrella es consumido por el agujero negro conforme cae y las mareas de energía la destrozan y el gas comienza a girar alrededor del disco del agujero a velocidades casi similares a la luz.

"La emisión de Radio se produce cuando los chorros de materia se estrellan contra el medio interestelar. Por el contrario, los rayos X surgen mucho más cerca del agujero negro, probablemente cerca de la base de la reacción", ha apuntado Zauderer.

El pasado 30 de marzo Zauderer encontró, con el Observatorio Endovenous Laser Ablation (EVLA), una fuente de Radio cercana a las llamaradas de rayos que había detectado Swift; estos datos han proporcionado la primera evidencia de que los fenómenos estaban vinculados.

Así, para el investigador "estas observaciones demuestran que la región de Radio que emiten se sigue expandiendo en más de la mitad de la velocidad de la luz. Mediante el seguimiento de esta expansión hacia atrás, podemos confirmar que salieron al mismo tiempo".

Por su parte, uno de los astrónomos autores del estudio, David Burrows, ha asegurado que el equipo continuará observando este fenómeno durante el próximo año para seguir su procedimiento. "Un fenómeno como éste no se había visto hasta ahora", ha puntualizado.

En este sentido, ha indicado que las investigaciones se realizarán a través de las emisiones de rayos X y gama detectadas por el telescopio Swift de la NASA, y otros instrumentos, como el monitor MAXI instalado en la Estación Espacial Internacional (ISS).