Los violinistas Mikhail Kopelman y Boris Kuschnir, el violista Igor Sulyga y el violonchelista Mikhail Milman ofrecieron el martes, 23 de agosto, un profundo recital dentro de la programación coordinada por las Juventudes Musicales de Gijón. Los cuatro músicos forman el Cuarteto Kopelman, aunque de sobra son conocidos por su presencia en otras agrupaciones como el Cuarteto Borodin, el Cuarteto de Moscú, el Cuarteto de Tokio o los populares Virtuosos de Moscú (donde ejercieron Sulyga y Milman). Para su intervención en Gijón utilizaron instrumentos históricos, procedentes del Banco Nacional de Austria o de la prestigiosa producción del luthier inglés Florian Leonhard. La afluencia de público fue muy notable, teniendo los músicos una calurosa acogida (lo que se reflejó en las repetidas propinas, hasta tres, optando por piezas breves de Borodin, Shostakovich y Stravinsky).

Una de las mayores virtudes del concierto residió en el programa elegido, optando por diferentes facetas de la escuela rusa de los siglos XIX y XX, y equilibrando densidad, profundidad y lirismo en una justa medida que no evidenció grandes contrastes. El Cuarteto Nº1 en La menor de Alexander Borodin fue la composición que abarcó la primera mitad del concierto. La obra, a pesar de mantener algún pasaje con esencias más cercanas a la tradición rusa, mantiene un equilibrio funcional con el estilo europeo del siglo XIX, cercano a compositores como Mendelssohn. Esto se aprecia, especialmente, en los abundantes momentos contrapuntísticos (incluyendo breves secciones fugadas) y en el tratamiento temático de cada movimiento, además de lo que a melodía y armonía se refiere. La interpretación del Cuarteto Kopelman fue correcta en todo momento, aunque no llegaría al grado de expresividad de la segunda mitad del concierto.

Bien diferentes fueron las complejas lecturas de Prokofiev (Cuarteto Nº 2 en Fa Mayor, Op. 92) y Shostakovich (Cuarteto Nº 4 en Re Mayor, Op. 83) que interpretaron en la segunda parte, haciendo gala de una notable destreza técnica y versatilidad de registros. En el caso de Prokofiev, hay que destacar el segundo movimiento (Adagio. Poco più animato - Tempo) y su entramado rítmico articulado por pizzicatos y spiccatos, lo que el Cuarteto supo articular con gran soltura, además del movimiento final (Allegro. Andante Molto. Quasi Allegro), en el que se perfiló una mayor preocupación tímbrica por parte del ensemble; en cuanto a Shostakovich, el Cuarteto hizo suyas las tensiones armónicas y la intensidad melódica contenidas en los primeros movimientos, desembocando en un vibrante último movimiento (Allegretto) impregnado por referencias a la música del Este y un delicado final en diminuendo.

La última cita del XII Festival Internacional de Música de Gijón vendrá de la mano del quinteto de viento metal Spanish Brass Luur Metalls, quienes interpretarán un variado repertorio que apostará por el lenguaje barroco, el nacionalismo español, la música cinematográfica, el jazz o la bossa nova. El concierto será mañana a partir de las 20 horas, con entrada libre hasta completar el aforo, en el patio interior del Centro de Cultura Antiguo Instituto.