Roma, Pilar RUBIERA, enviada especial de LA NUEVA ESPAÑA

El Vaticano siempre fue lugar de pactos y concilios. Asturias, tan necesitada de ellos, tiene este fin de semana en la Santa Sede a algunos de sus principales líderes políticos. La excusa, en este caso, es un acontecimiento histórico de carácter musical: el concierto que ofrecerá hoy en la sala Nervi la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA), la primera española que actuará ante un Papa, en este caso Benedicto XVI.

Con este motivo, ayer, en el mismo avión, en asientos contiguos pero con escasa comunicación verbal, viajaron el presidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos; el presidente de la Junta, Fernando Goñi; el presidente del PP, Ovidio Sánchez, y el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo. Hubo saludos protocolarios, pero nada más. Álvarez-Cascos compartió asiento y conversación con el consejero de Cultura, Emilio Marcos Vallaure, y Ovidio Sánchez conversó largo rato con el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz.

El concierto, al que se espera que asistan unas siete mil personas, será retransmitido por radio y televisión a unos 40 países, con una audiencia potencial de 1.500 millones de personas. Comenzará a las seis de la tarde. La TPA lo emitirá mañana, domingo, en diferido. Pero desde el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo podrá ser seguido en directo.

«Es una oportunidad única y un honor para la OSPA, que, además, este año está de aniversario, tocar en un auditorio de esta excelencia, realizado por un gran arquitecto como fue Nervi y en presencia del Papa, que nos consta es un gran aficionado a la música. Y como asturianos es un doble honor poder escuchar el "Fandango asturiano", de Rimsky-Korsakov», declaró el consejero de Cultura.

La Sinfónica de Asturias, que, en esta ocasión, viaja con unos ochenta músicos, estará dirigida por el chileno Maximiano Valdés, quien fue el titular de la formación asturiana durante dieciséis años. Valdés, «padre de la idea», verá cumplido su sueño de tocar con la orquesta asturiana en la sala Nervi, un auditorio del que guarda intensos recuerdos de su época como estudiante en Roma. Maestro titular en la actualidad de la Orquesta de Puerto Rico, Max Valdés cree que éste es el concierto más importante de su vida «porque va más allá del significado musical», afirma. Con él estarán su esposa, Jody, y su hijo, Marco Valdés.

Los músicos lo están viviendo con entusiasmo. José Luis Morató y Myra Pearse comentaban ayer que «es el concierto más importante que hemos hecho y a lo mejor el más importante de los que vamos a hacer». Y añadía Morató: «Es un orgullo representar a Asturias y a España en un acontecimiento de estas características, causa mucho respeto».

El arzobispo de Oviedo ha viajado acompañado de los vicarios Jorge Fernández Sangrador, Manuel Antonio Díaz González, Juan Antonio Menéndez y Alberto Reigada, así como del secretario general del Arzobispado, Agustín González. También asistirá al concierto el abad de Covadonga, José Tuñón Escalada. El mundo de las finanzas estará representado por Fernando Masaveu y su esposa, Carolina Compostizo, quienes, como presidente y directora de la Fundación Cristina Masaveu Peterson, son los patrocinadores del viaje de la Sinfónica; Alicia Castro Masaveu, del Grupo Masaveu, y Felipe Fernández, director general de Cajastur. En representación del Ejecutivo asturiano también ha viajado el viceconsejero de Relaciones Institucionales, José Portilla. Francisco Buendía, consejero de Infraestructuras en el Gobierno de Álvarez Areces, acude «a título personal».

La OSPA interpretará un programa de inspiración española en el que figuran «La danza del fuego» y «El sombrero de tres picos», de Falla; «Triana y Lavapiés», de Albéniz y Rueda; «Don Juan», de Strauss, y «Capricho español», de Rimsky-Korsakov.

Aunque el «concierto grande», como comentaban los músicos, será hoy, ayer el quinteto de viento «Ventart», formado por miembros de la orquesta, ofreció uno en la Academia de España en Roma. Integrado por Myra Pearse (flauta), Juan Ferriol (oboe), Andreas Weisgerber (clarinete), José Luis Morató (trompa) y Vicent Mascarell (fagot), el quinteto interpretó un programa de autores de diferentes países, jugando con la composición de la propia OSPA: Paul Hindemith, Jacques Ibert, Malcon Arnold, Debussy, Enrique Granados y Astor Piazzola.