Director de orquesta, dirige hoy a la OSPA en Oviedo

Oviedo, Javier NEIRA

El director de orquesta Yves Abel se pondrá hoy, a las ocho de la tarde, al frente de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA) para ofrecer un nuevo programa de abono en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo. Abel, de padres franceses, nació en la ciudad canadiense de Toronto y vive desde hace veinte años en Nueva York. Mantiene una estrecha colaboración con la OSPA.

-De vuelta en Oviedo.

-Sí, es la segunda vez que estoy en Oviedo. Hice aquí una ópera, La Bohème», de Puccini, hace dos años en la temporada del Campoamor. Y el próximo septiembre voy a hacer «Werther», de Massenet, para la apertura de la nueva temporada de ópera de Oviedo.

-Así que en agosto, a ensayar.

-Exacto, en agosto aquí, trabajando de nuevo.

-Va a dirigir ahora dos obras de Delius, un compositor poco conocido.

-Ya, en la orquesta algunos no lo conocían. ¿Qué tipo de música es?, me preguntaban. Cuando la oyeron, les gustó mucho. Dilius era inglés, de padres alemanes. Estuvo por todo el mundo, en América, en París durante mucho tiempo, en Leipzig... en París fue muy conocido. Un gran director lo apreció y lo llevó a Londres, al Coven Garden, y allí tuvo, entonces, mucho éxito. Nació en 1863 y murió en 1936. Una de las dos obras de Delius que vamos a hacer en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, «Noche de verano en el río», es un poco como las de Debussy, impresionista, misteriosa y vanguardista. La otra es muy romántica, es una parte de una ópera de Delius «Un Romeo y Julieta de aldea», una obra fantástica, muy romántica y hasta un poco wagneriana. Es bellísima. También haremos el concierto para violín de Sibelius que es muy conocido y «La Arlesiana», de Bizet, muy conocida asimismo. La primera parte del programa es, pues, muy intelectual y la segunda, muy romántica, muy de fiesta.

-Oviedo es una ciudad muy musical.

-Es una ciudad fantástica. Asturias es una región española fantástica, llena de cultura y de historia. La gente es muy gentil.

-¿Usted es un director especializado?

-Yo hago un poco de todo. La próxima semana aquí, también con la OSPA, presentaremos un programa con cosas nuevas y muy diferentes. De Dutilleux, el concierto para violonchelo y orquesta, conocido como «Tout un monde lointain». Dutilleux es un compositor francés fallecido hace solo cinco años. Un músico muy moderno, interesante y con obras bellísimas. En la segunda parte, los preludios de Liszt y de Respighi, la suite «La Boutique fantasque». De nuevo el mismo fenómeno, en la primera mitad un mundo intelectual y de vanguardia y en la segunda parte, fiesta.

-¿Qué le parece la OSPA?

-Fantástica. Los profesores son muy musicales y flexibles. Podemos hacer todos los estilos. En Bilbao hicimos un DVD con la OSPA, una ópera de Verdi, «Oberto», la primera que compuso. Y también «Norma», de Bellini. Aprecio mucho esta orquesta, tenemos un bonito contacto y un buen trabajo conjunto.

-¿Cómo se adapta a una orquesta y viceversa?

-Trabajar con orquestas diversas no siempre es fácil. Las orquestas españolas son diferentes de las italianas, francesas, inglesas o alemanas. Cada país tiene sus aspectos diferentes.

-La OSPA tiene músicos de muchos países.

-Sí, hay rusos, alemanes y de otros países, es verdad. Pero también es cierto que hay muchos españoles, por ejemplo en el viento, la tradición española es ahí y en otros aspectos muy fuerte.

-¿Cómo trabaja?

-Para preparar las obras hace falta mucho tiempo. Meses en algunos casos. La música complicada requiere más tiempo que la que se puede considerar mas fácil.

-Anotando las partituras...

-Claro, anotando todo y al piano. Hay que oír o imaginar los instrumentos. Ver incluso el movimiento de los arcos en los instrumentos de cuerda, si deben ser ascendentes o descendentes. Hay que pensar en cada instrumento. El equilibro y el balance sonoro es también muy importante. Hay que cuidar el solo de oboe, de clarinete o de tromba; el metal sobre la cuerda o al revés, todo cuenta.

-¿Quién le dice a un director si lo hace bien o mal?

-Es muy fácil. Al acabar el concierto te dicen gracias o te dicen, basta ya. Es muy fácil de entender. Si los músicos creen que eres bueno te piden que por favor vuelvas otra vez.

-¿Le influye la crítica musical?

-No, no me influye. Es más importante la crítica de los músicos de la orquesta, de las personas que están dentro. Personas como Ana Mateo, gerente de la OSPA. Trabajo con gente que se dedica a esto y me dice si está bien o mal lo que hacemos.

-¿Nota cuál es la actitud del público durante un concierto?

-Claro, el público es muy importante. En el escenario hacemos música, la energía de lo que realizamos va hacia el público y después vuelve hacia nosotros.