Oviedo, Javier NEIRA

El maestro búlgaro Rossen Milanov dirigirá la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA) durante los próximos cinco años como titular. Ya el viernes de la próximo semana se presentará en Asturias para hacerse cargo del programa de abono número 5. La titularidad la asumirá en octubre, al inicio de la próxima temporada.

Actualmente, es director de la Sinfónica de Princeton (EE UU). Tiene 46 años de edad. Tras conocer su elección declaró: «Me siento muy honrado y muy feliz. La OSPA es uno de los tesoros culturales del Principado, una orquesta con un trabajo fantástico, con ética, profesionalidad e integridad artística, cuyo papel es vital en la sociedad asturiana no sólo como una orquesta de primera fila, sino también como una institución pedagógica que debe cumplir una importante misión educativa».

Asimismo, el consejo rector de la orquesta decidió nombrar al maestro británico David Lockington como principal director invitado.

El proceso de selección se extendió a lo largo de más de un año, en el que los aspirantes se pusieron al frente de la orquesta en sucesivos conciertos. Un comité de expertos acompañados de profesionales de la OSPA realizó la selección. El consejo rector de la orquesta, presidido por el consejero de Cultura, Emilio Marcos Vallaure, en una reunión celebrada ayer por la tarde aprobó la elección de carácter técnico. A las seis de la tarde, en rueda de prensa, comunicó la decisión.

Marcos Vallaure abrió la rueda de prensa diciendo que había «fumata blanca, tenemos nuevo director de la orquesta». Lo acompañaban en la mesa la gerente de la OSPA, Ana Mateo; el violinista de la formación Gustavo Fernández y la profesora de Musicología María Sanhuesa. El Consejero agradeció el trabajo de la comisión de expertos, que estuvo formada por los críticos musicales Luis Suñén, de la revista «Scherzo», y Cosme Marina, de LA NUEVA ESPAÑA; Ana Mateo, gerente de la OSPA; Antonio Ripoll, director de la Casa de Cultura de Avilés, y los músicos de la orquesta Rafael Casanova, percusión, y John Falcone, fagotista.

El primer aspirante a dirigir establemente la orquesta fue precisamente Milanov, que se puso al frente de la formación en un concierto ofrecido en Oviedo en octubre de 2010. En esa ocasión indicó que «en la música, al igual que en las relaciones, no se puede forzar nada, todo tiene que venir de una forma natural, del deseo por ambas partes de que todo fluya y de poder intercambiar ideas y de llegar a un entendimiento».

El currículum de Milanov es impresionante. Esta temporada debutará internacionalmente con las orquestas de Tokio, São Pablo, Nueva Zelanda y Opernhaus de Munich dirigiendo «La bella durmiente» de Tchaikovsky. A finales de marzo, dirigirá otros dos conciertos en Oviedo y Gijón y, ya en abril, dos encuentros para escolares en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo.

Milanov estudió dirección de orquesta en la Juilliard School, en el Instituto Curtis, en la Duquesne University y en la Academia Nacional de Música Búlgara.

Ana Mateo, gerente de la OSPA, comentó ayer sobre Milanov que «vamos a ver a un hombre feliz, con proyectos e ilusión, que conoce las orquestas y los problemas de la crisis, con ganas de colaborar y cooperar. Con él veremos a la OSPA crecer. Trabaja con detalle, claridad en el gesto, elegancia y una pasión que llega al público. Da estabilidad, comunica, conoce el mercado artístico, los problemas de oficina, contesta rápido al correo y sabe programar. Desde el primer momento era el candidato favorito de la OSPA. El violinista Gustavo Fernández abundó en esas mismas ideas.