Gijón, J. L. A.

El primer gran acto público relacionado con la entrega de los premios «Príncipe de Asturias», que tendrá su más esperado acto oficial el próximo viernes en el teatro Campoamor, en Oviedo, no defraudó. Quizás una ciudad como Gijón, con una larga tradición ligada a la arquitectura y a algunos de los más notables arquitectos asturianos, es el lugar perfecto para la exposición «Rafael Moneo. Obra internacional», que inauguró ayer el arquitecto. Éste ha querido que la muestra, que incluye siete maquetas y una amplia documentación fotográfica, sea un relato consistente de algunos de los más notables y elogiados trabajos que le han encargado fuera de España, desde Estados Unidos a Líbano o Suiza.

Tras la concurrida conferencia que el «Príncipe de Asturias» de las Artes dio en la colegiata San Juan Bautista, el galardonado recorrió esta muestra que organiza la Fundación que lleva el nombre del heredero de la Corona y que acoge el Centro Cultural Cajastur, en el palacio de Revillagigedo. Moneo, en su recorrido y de paso junto a las maquetas o los grandes paneles fotográficos, ofreció detalladas explicaciones sobre algunas de esas obras internacionales. «Uno de los proyectos más difíciles de mi vida», dijo, por ejemplo, de la catedral de Nuestra Señora, en Los Ángeles, uno de los dos edificios que eligió como tema de su conferencia.

Moneo estuvo acompañado en su examen de esta exposición por la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón; la consejera de Cultura del Principado, Ana González, así como por Felipe Fernández, director general de Cajastur, o Pablo Junceda, director general del Banco Herrero, entre otros. También estuvo al lado del arquitecto, uno de los primeros galardonados en llegar a Asturias, su esposa, Belén Feduchi.

La muestra incluye, además de la catedral de Los Ángeles, las maquetas del edificio de laboratorios de la neoyorquina Universidad de Columbia (la segunda de las construcciones que eligió Moneo para su didáctica conferencia gijonesa); la LISE de la Universidad de Harvard; la residencia del embajador de España en Washington; la biblioteca Arenberg de la Universidad Católica de Lovaina y el Museo David Wellesley College de Masachusetts.

Los paneles de gran formato permiten, además, un acercamiento a otras obras de Moneo, desde los zocos de Beirut a los Laboratorios Novartis, en Basilea, o a la Academia de Artes de Cranbrook, en Michigan. La exposición estará abierta hasta el próximo 13 de enero.