Con la actuación que el Coro «El León de Oro» ofreció ayer en el teatro Jovellanos, bajo el título «Deutsche Polyphonie: el lenguaje eterno del alma», se da por cerrada la XVI Edición del Festival de Música Antigua de Gijón, un certamen con aportaciones singulares y de calidad al panorama asturiano, que incluyó la segunda convocatoria del concurso internacional de formaciones especializadas en la música antigua.

El trabajo que presentó «El León de Oro» al certamen propició un recital que estuvo centrado en música alemana del Renacimiento hasta el primer Barroco, tal como explicó su director, Marco Antonio García de Paz. Comenzando con Orlande Lassus, que desde su base en Múnich supo trasladar a Alemania las influencias recogidas en sus muchos viajes, como «Missa Bell'Amfitrit altera» y el motete «Omnes de Saba». Además se interpretó la sinfonía «Media vita», una obra maestra más introspectiva. En la segunda parte del concierto, el coro ofrececió la mejor versión del Heinrich Schütz, con tres piezas a pequeña escala y el destacado «Magnificat alemán SWV 494», parte del Schwanengesang donde resume toda una vida de música en el punto culminante de su maestría. Por último, dos motetes de J. S. Bach, ya en pleno esplendor del Barroco, donde el eterno diálogo del alma con el amado se traduce en líneas de un contrapunto virtuoso.