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El primer asturiano que voló

Jesús Fernández Duro protagonizó, hace ahora 110 años, un viaje en globo no cautivo entre Madrid y Toledo, pionero en la aeronáutica civil española

Arriba, el "Alcotán" y, sobre estas líneas, Pedro Duro y Guillermo Guisasola al despegar en Madrid el 18 de diciembre de 1904.

A merced del viento. Así vivió los últimos dos años de su vida el felguerino Jesús Fernández Duro, que hace justo 110 años hizo historia al protagonizar el primer viaje en globo no cautivo hecho por un civil sobre territorio español. "Fue un amante de los deportes y de la mecánica. En París, donde pasaba largas temporadas, se impregnó de la pasión por el arte de volar y la importó a España", detalla José David Vigil-Escalera, presidente del Círculo Aeronáutico Jesús Fernández Duro.

Vigil-Escalera conoce bien aquella proeza. "En el verano de 1904, Duro se inscribió en el Aero Club de Francia y tras recibir 13 sesiones de vuelo con el prestigioso aeronauta francés Edouard Bachelard, decidió encargar su propio globo, "Alcotán", con el que haría historia". Decenas de curiosos se dieron cita en la calle del Gasómetro, en Madrid, la mañana del 18 de diciembre de 1904. Querían ver a Fernández Duro ascender a los cielos. "Le acompañaba su amigo Guillermo Guisasola, también asturiano. Aparecieron a las cinco y media de la tarde cerca de Oropesa (Toledo) tras recorrer 147 kilómetros a una velocidad media de 25 kilómetros por hora", indica Vigil-Escalera. A este viaje le sucedieron otros. "El objetivo era estudiar las corrientes atmosféricas para acometer luego el ensayo de aparatos voladores impulsados con motor de gasolina".

A imitación de sus vecinos franceses, fomentó la creación de un club de automóvil primero y, después, de una subsección aérea. Fernández Duro era un espíritu inquieto. Llegó a proclamarse subcampeón de la I Copa de Europa de aerostáticos celebrada en París. Vigil-Escalera conoce bien sus hazañas y sufrimientos: "Fue el primer hombre en atravesar en globo los Pirineos a comienzos de 1906. El 22 de enero le cogió una gran tormenta de granizo. Aterrizó en Guadix (Granada) a las seis de la mañana porque los vientos le empujaban a Marruecos y entonces las relaciones con el país no eran buenas a raíz de la guerra del Rif. Lo pasó mal. A 3.500 metros de altura había 24 grados bajo cero. Se le congelaron los víveres. Resistió tapado con una manta y dando saltos para entrar en calor".

Fernández Duro era un héroe del aire para algunos y, para otros, un peligro a abatir. "En Francia el aeroclub daba a los socios un carné con los lugares peligrosos donde la gente los recibía a cartuchazo limpio. Pero en España, no. Un día que volaba cerca de Lugones, una familia que lo vio, se asustó y sacó la escopeta. Tuvo que soltar lastre para huir".

Cuatro fueron las veces que el "Alcotán" surcó los cielos del Principado. En julio de 1905 realizó tres vuelos. Salía de madrugada de El Rinconín (Gijón) con los vientos del primer cuadrante, pasaba por Pumarín y Porceyo y se dirigía hacia Lugones. El cuarto fue en 1906 con el marqués de Campo Sagrado de Riaño, desde La Felguera. Fue su último viaje antes de partir a París. Poco después, fallecería de fiebre tifoidea a los 28 años. Un breve vuelo para el pionero de la aeronáutica civil española.

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