Afirmar que el perro es el mejor amigo del hombre puede parecer una exageración a oídos de quien nunca ha tenido uno, pero para muchos de sus dueños es una verdad indiscutible.

Además de compañía, el perro es un animal que contribuye a mejorar el bienestar físico, psicológico e incluso social de quienes lo acogen. Incidir en su educación desde el inicio de la convivencia es clave para establecer una relación positiva entre dueño y animal.

Sin embargo, escoger una raza de perro con características afines a nuestra edad, estilo de vida o composición familiar también puede influir positivamente en la convivencia.

PARA NIÑOS

Un boxer, un golden retriever y un collie. Fotos: GettyImages

Según Marta Amat, responsable del servicio de etología de la Universitat Autònoma de Barcelona, cualquier perro puede ser un buen compañero para niños siempre que haya convivido con estos durante su etapa de socialización (de las 3 a las 12 semanas de vida). Si no es así, el riesgo de que exista una conducta agresiva ante los pequeños es bastante mayor.

Aun así, hay razas de perro que son más sociables que otras y, por tanto, pueden resultar grandes compañeros para los hijos. Josep Campmany, veterinario de la Fundación Affinity, propone decidirse por perros muy amigables, como los populares golden retriever o, a pesar de su desmerecida mala fama, los boxer.

PARA URBANITAS

Un beagle, un jack russell y un bichón maltés. Fotos: GettyImages

La veterinaria Marta Amat recomienda no dejarse llevar por la tendencia del momento, ya que a menudo los perros que se ponen de moda en poco tiempo traen consigo defectos genéticos como resultado de una crianza masiva y endogámica. Si se vive en la ciudad y/o en un piso, es preferible optar por un perro de raza mediana o pequeña.

Aunque en la Fundación Affinity advierten que el tamaño del hogar no debe ser el factor más decisivo sino el tiempo que el amo puede dedicar al ejercicio diario del perro.

El beagle puede ser una buena opción para las personas que vivan condicionadas por el ritmo de las urbes. Destaca por su carácter alegre y su fácil adaptación a distintos medios y no necesita grandes dosis de ejercicio para mantener una buena salud física. Otras opciones pueden ser el bichón maltés o el jack russell.

PARA DEPORTISTAS

Un labrador, un galgo y un braco de weimar. Fotos: GettyImages

Para aquellos dueños que busquen un compañero para realizar actividades físicas conjuntas, como running o senderismo, el braco de weimar es una raza de perro perfecta. A pesar de ser un perro con un nivel muy alto de energía, resulta fácil de adiestrar debido a su carácter sumiso.

Por esta misma razón, son perros extremadamente fieles con sus amos, aunque no suelen confiar demasiado en los desconocidos. El border collie, el galgo o el labrador son razas de perro que también congenian con el estilo de vida de los amantes del deporte.

PARA LA TERCERA EDAD

Un pekinés, un yorkshire y un caniche. Fotos: GettyImages

Tener un perro tras la jubilación puede tener un efecto muy positivo para los amos, ya que obliga a establecer una rutina de ejercicio diario y ofrece la compañía de la que a cierta edad, a veces, se carece.

Lo fundamental es acoger un perro tranquilo, y de un tamaño con el que sea fácil convivir. Optar por un perro adulto también puede ser una buena opción si se prefiere tener la mascota educada desde el principio y evitar así la ardua tarea de socialización.

El yorkshire terrier, el caniche toy o el pekinés son tres razas de perro perfectas para convivir con las personas de más edad.