Apoteosis de asturianía y ovaciones ayer en el teatro Filarmónica, en una sesión matinal que sirvió de cierre al XXIII Concurso y Muestra de Folclore "Ciudad de Oviedo", que cuenta con el patrocinio de LA NUEVA ESPAÑA. Los campeones de la temporada que había arrancado en el mes de octubre del pasado año recibieron los galardones.

La sala, llena. El calor afectivo, inmenso. Y la calidad de las actuaciones, muy alta como ­corresponde a los mejores y a otros grupos o individualidades que completaron la sesión. Más de dos horas de fiesta.

Abrió el espectáculo Esther Fonseca. Siempre en asturiano, presentó todas las actuaciones y actos con eficacia y encanto.

La primera salida a escena fue para la agrupación "Ensame", de la Escuela de Música Tradicional del Ayuntamiento de Oviedo. Con la dirección de Santi Caleya, el conjunto formado por casi treinta músicos ofreció una suite en cuatro tiempos muy interesante, de una altísima calidad. El respetable lo supo agradecer.

Intervino a continuación Juan Carlos González, director del concurso. Recorrió las diecisiete jornadas que durante ocho meses ocupó la Muestra "Ciudad de Oviedo" y destacó la actuación durante todo ese tiempo de nada menos que 145 concursantes.

Sin más, le tocó el turno al Coro Santiaguín, toda una referencia de la música asturiana, que está a punto de cumplir 80 años. Interpretó dos piezas; primero, "La Xana", de Pin de Pría, preciosa, y después, "Los pescadores", de Sergio Domingo, muy dinámica y con fuertes contrastes o sorpresas vocales. La agrupación fue muy aplaudida.

Llegó el turno de Vicente Prado, "El Pravianu", una de las almas del certamen. Estrenó una pieza para la ocasión titulada "Asturianía", cantando y tocando la gaita de forma simultánea. El público, encantado.

Y como cierre de la primera parte, la asociación de música tradicional "Muyeres" interpretó cuatro piezas acompañadas de panderos y de arpa con una fuerza y carácter verdaderamente impresionantes. Se da la circunstancia de que tres de esas cuatro piezas fueron grabadas y, por lo tanto, preservadas en 1952 por un musicólogo norteamericano que realizó en Asturias un trascendente trabajo de campo.

Tras el descanso llegó el momento de los seis campeones de la temporada, que demostraron la razón de los galardones que recibieron minutos después, con espléndidas actuaciones.

Como ganador del premio "José María Marcilla", el Orfeón del Real Grupo de Cultura Covadonga, dirigido por David Pérez, cantó "Habanero de mi amor". Muy bien. Alejandro Peláez, premio "Carlos Jeannot" a la tonada xuvenil, cantó acompañado por El Pravianu "Canteros de Covadonga". Voz poderosa y ovación­ cerrada. Carla Blanco y Adrián Fernández Trabanco, ganadores en pareya de baile, premio "Antón Sastre Bilbao", bailaron una pieza con gran gusto y calidad. Lorena ­Corripio, premio "La Busdonga" a la tonada femenina, cantó "Hai una llinia trazada", y otra gran ovación. Álvaro Álvarez, premio "Remis Ovalle" al gaiteru solista, tocó "Floréu de Remis", con un virtuosismo pasmoso. Ovación de lujo. Finalmente, Álvaro Fernández, premio "Manolo Delgado" a la tonada masculina, interpretó "Adiós Asturies del alma", acompañado a la gaita. Fue muy aplaudido.

Llegó la hora de entregar los premios. Por el escenario desfilaron tres, cuatro y hasta doce artistas, según las categorías, para recoger un cheque de cuantía variable, un trofeo y un diploma.

La recta final en la recogida de premios fue, claro, para los seis ganadores en la media docena de especialidades que habían actuado antes para demostrar que sus méritos eran sobrados. En conjunto, la cuantía de los cheques entregados fue de 30.000 euros.

Por sorpresa entró en la sala por el pasillo central y por los dos laterales la Banda de Gaitas "Ciudad de Oviedo" dirigida por Vicente Prado. Interpretaron el "Asturias, patria querida".