El mes de noviembre es, ya tradicionalmente, para el ciclo de música sacra "Maestro de la Roza" que este año alcanza su undécima edición, consolidado y suscitando interés a escala regional por la calidad y la originalidad de los conciertos que ofrece. El ciclo está patrocinado por LA NUEVA ESPAÑA.

Cuatro viernes de noviembre con un prólogo, el pasado sábado en que la Escolanía de San Salvador, alma del ciclo, homenajeó a su fundador Alfredo de la Roza, que da nombre a la muestra musical. Como De la Roza era sacerdote y la Escolanía no es ajena a una decidida dimensión religiosa -durante todo el año está ligada a los servicios religiosos del templo parroquial de San Isidoro el Real de Oviedo- se celebró una misa en sufragio de su alma en la que cantó la agrupación coral.

El XI Ciclo se desarrollará bajo el epígrafe "Nada de turbe" en recuerdo del Santa Teresa de Jesús y su quinto centenario que ahora se celebra. Ignacio Rico que preside la Escolanía San Salvador recuerda que han pasado mas de 40 años desde que el conjunto vocal "fue fundado por don Alfredo que lo dirigió siempre, hasta su fallecimiento; cientos de niños pasaron por sus filas, aprendiendo canto y una forma de ver la vida. La Escolanía ha ayudado también mucho a jóvenes directores de coros que realizaron así una parte de su formación".

El primer concierto del ciclo se ofrecerá el próximo viernes en la iglesia de Santa María la Real de la Corte y a las ocho de la tarde. Se incluye dentro de un sub ciclo denominado "Jóvenes talentos". Cada año se presentará a un artista para esa rúbrica. Un concierto de órgano. Por eso se hace en la Corte, aprovechando el magnífico órgano barroco del templo, el mejor de Asturias, y no en San Isidoro como el resto de las entregas. Y a las ocho, como se ha indicado, frente a las ocho y media que será la hora de los otros tres conciertos. El joven talento es Germán Yagüe. Nació en 1989 en Burgos, a los cuatro años inició sus estudios musicales y a los seis años entró a formar parte de los "Pueri Cantores" de la Catedral de su ciudad. Actualmente es organista de la iglesia de San Francisco de Asís, en Oviedo. Asimismo es violinista y miembro fundador hace dos años de la Joven Orquesta Sinfónica de Burgos y de su matriz, Juventudes Musicales de Burgos, donde ejerce las funciones de tesorero, coordinador y violinista.

El segundo concierto será el 13 de noviembre, ya en San Isidoro y a las ocho y media de la noche. Correrá a cargo de Nektaria Karantzi, una cantante griega especializada en música ortodoxa. Solo una voz sobre el presbiterio del templo para cantar fundamentalmente himnos bizantinos que tiene un gran atractivo por poco conocidos para el público asturiano. En todo caso ya el año pasado cantó en el ciclo el trío "Siciglia" que ofreció entre otras obras piezas de la liturgia bizantina de los siglos IV y V.

El conjunto "Oniria sacabuches" se hará cargo del tercer concierto, el 20 de noviembre, centrado en la música y la mística del Siglo de Oro español. La música, a cargo de los instrumentos -trombones antiguos de factura española- y la mística según el recitado de poemas que realizará, entre las interpretaciones, una voz femenina.

La última cita y cierre del ciclo "Maestro de la Roza" será el 27 de marzo y el turno corresponderá a la Escolanía San Salvador, dirigida por el maestro argentino Gabriel Garrido, que está especializado en la recuperación del barroco latinoamericano mediante un riguroso estudio de las partituras originales. El concierto se centrará en la música del virreinato del alto Perú.

El jueves, 12 de noviembre, un día antes del concierto, Nektaria Karantzi ofrecerá una clase magistral, a las seis y media de la tarde, en el departamento de Musicología, en el campus del Milán.

Alfredo de la Roza -don Alfredo, como siempre indican sus discípulos- falleció en 2004 y al año siguiente nació el ciclo que lleva su nombre. "Empezamos con un fin de semana" comenta Ignacio Rico "y fue creciendo". La directora de la Escolanía San Salvador es Elvira García. En la sección infantil militan veinte niños y niñas y en la juvenil, del orden de treinta chicos y chicas.