"Al comienzo de "El bueno el feo y el malo" hay un travelín de 100 metros y un «Saloon» y vamos dos a caballo y luego a pie, los dos asturianos, Paco Braña y yo, y enfrente, lejos, hay un tío y parece que vamos a enfrentarnos en un duelo pero confluimos en la puerta del «Saloon» y entramos juntos. Se oyen unos disparos y sale «el Feo», Eli Wallach, por la cristalera comiendo y con un revólver humeante. Lo rodamos el día del Corpus. Nos pagaron tres veces lo contratado por ser fiesta. Yo tenía cagalera. «¿Y si me cago, Sergio?» y Leone: «Te cagas y sigues caminando». Nos llevó el día entero bajo un sol tremendo. El tercero de la escena era un inglés fino que se suicidó en Guadix (Granada) tirándose desde la terraza de unos apartamentos, poco después". Así lo contaba Saturno Cerra, el actor asturiano fallecido el sábado.

Ribadesella se quedó el pasado sábado sin uno de sus vecinos más populares. A los 91 años falleció el pintor y actor Saturno Cerra Pendás, un personaje de película en el más amplio sentido de la palabra. Nacido en la localidad de Sebreñu, vivió en Oviedo, Madrid y Brasil, pintó una infinidad de cuadros y rodó un centenar de películas. Cerra trabajó, entre otros, con Clint Eastwood, Anthony Quinn, Claudia Cardinale y Henry Fonda. Buena parte de su producción artística como pintor la vendió a magnates del café en el puerto brasileño de Santos. En Brasil participó en su primera película, "Bruma seca". Tras regresar a España se abrió camino en la industria del western, que por aquel entonces vivía su máximo auge en el sur de España. Su primera película aquí fue "Siete pistolas para los McGregor". Tras muchos papeles secundarios, protagonizó, junto a Anthony Quinn, la cinta "Valentina". El cuerpo sin vida de Saturno Cerra fue incinerado, ayer, en Oviedo, informa