"La magia de esta producción de 'La Bohème' está en el reparto excepcional" aseguró ayer el director de escena ovetense Emilio Sagi durante la presentación de la ópera de Puccini, realizada en el teatro Campoamor en la mañana de ayer. La primera función se verá el próximo domingo, a las siete de la tarde, en el coliseo carbayón. Es la tercera vez que se pone esta misma producción en Oviedo. No se han realizado apenas cambios porque así es más barato como dijo con sinceridad y un punto de ironía el propio Sagi. De todos modos, según avanzó, se ha adelantado un poco el tiempo de la acción respecto a la primera oferta. Inicialmente sucedía en vísperas del mayo del 68 francés. El domingo se verá puesta en los primeros años setenta cuando las expectativas de una juventud idealista y activa se habían si no marchitado al menos frustrado en buena parte. El vestuario experimenta alguna modificación en ese sentido para subrayar el nuevo tiempo de los hechos.

Javier Menéndez, director artístico de la Fundación Ópera de Oviedo, indicó a su vez que "La Bohème" es la ópera más representado en el ciclo carbayón. Con la edición en curso serán 20 temporadas y 31 funciones. El uno de febrero, añadió, se cumplen 120 años del estreno en Turín. Comentó que la orquesta Oviedo Filarmonía es la primera vez que toca "La Bohème". No así su director el maestro Marzio Conti. También debutan en Oviedo tres de los principales cantantes del reparto, el tenor Giorgio Berrugi, como Roberto; la soprano Erika Grimaldi, en el rol de Mimì y el barítono Damiano Salerno que será Marcello.

Por su parte Pablo Junceda, director genera del banco Sabadell-Herrero, que patrocina las cinco funciones del título, dijo que la temporada ovetense es muy importante desde el punto de vista cultural y social y también económico. Afirmó que con una oferta de cinco funciones cualquiera puede asistir. Se declaró abiertamente admirador de Sagi.

En su intervención, el maestro Conti habló de la magia de la dirección de escena de Emilio Sagi. Afirmó que el trabajo con dos repartos era enorme y contó que el tenor Berrugi y él había coincidido en el Conservatorio, en Italia, uno como profesor de flauta y el otro como estudiante de clarinete. Añadió que lo había perdido físicamente de vista, aunque seguía de cerca su brillante carrera artística, hasta que de pronto se lo topó con gran sorpresa en el Campoamor. El director italiano se presentó en la rueda de prensa con una corbata de su hijo, colegial en la Universidad de Cambridge, porque, dijo, le da suerte. "¡Que Santa Cecilia nos asista!" concluyó.

"Estoy muy contento en Oviedo donde nací, estudié y debuté en el año 1980" comentó Sagi. Sobre los personajes de la ópera de Puccini dijo que Mimì es dulcísima pero no tonta. "En Oviedo se solía presentar a Mucetta como un pendón desorejado y a Mimì como tonta del bote pero no es así, todos los personajes que aparecen en la obra son jóvenes, viven en la miseria con una enorme alegría". Son pobres pero eso no les impide en una ocasión comprar vívires en el sitio más caro y después regresar a la extrema estrechez, sin nada, durante muchísimo tiempo. Sagi comentó que hace años había vivido en Londres situaciones parecidas de manera que acudía a un sitio muy elegante a tomar te "y después pasaba dos días sin comer". Como añadió "Puccini nos muestra la emoción de ver morir a una persona en plena luz. Me ocurrió eso mismo a mi con gente muy cercana. El drama final de la juventud". Destacó la labor de la OFIL y del maestro Conti.

El tenor Giorgi Berrugi y la soprano Erika Grimaldi destacaron brevemente el buen ambiente que se vive en los ensayos y la hospitalidad de Oviedo.