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JORGE RODRÍGUEZ-NORTON | Tenor avilesino, hoy canta en el Campoamor

"Las zarzuelas como 'El rey que rabió' son muy críticas y están llenas de actualidad"

"Chapí y Vital Aza logran un título muy divertido porque en el teatro de lo que se trata es de pasarlo bien"

Jorge Rodríguez-Norton. NACHO OREJAS

El tenor avilesino Jorge Rodríguez-Norton encarna hoy, a las ocho, el papel del monarca en la zarzuela "El rey que rabió", de Chapí, con libreto del asturiano Vital Aza. El título abre el XXIII Festival de Teatro Lírico Español, que hasta junio se ofrecerá en el teatro Campoamor. "El rey que rabió" se ofrecerá también mañana y el día 4.

-¿Por qué rabia?

-El libreto está casi todo el tiempo dándole vueltas a la política, aunque de forma camuflada. El rey no se fía de lo que dicen que ocurre en su reino, es demasiado bonito, y sale a investigar por su cuenta. Rabia porque ve que hay gato encerrado y que los consejeros camelan a la gente para que cuando aparezca él digan que todo está bien. Y encima creen que le mordió un perro, pero no es así. Las zarzuelas como "El rey que rabió" son muy críticas y llenas de actualidad.

-Una crítica muy actual.

-Todo lo que salía en las zarzuelas era crítica, pero después se le dio la vuelta y fue al contrario. Las zarzuelas se convirtieron en una forma de comprar al pueblo para que estuviese de acuerdo con las ideas de la posguerra. Pero siempre fue muy reivindicativa y de protesta por todo, con esa retranca y sorna tan española. Y con mucha risa, claro. Chapí y Vital Aza logran un título muy divertido, de lo que se trata es de pasarlo bien.

-Aborda el papel de la monarquía.

-Ahora en todas la monarquías se unen reyes con plebeyas o reinas con plebeyos, y la de este título es así, está completamente al día. "No por noble la escogí", canto yo en referencia a Rosa, una pastora, "sino por humilde y bella, y no es que desciendo hasta ella, es que ella asciende hasta mí".

-¿Vocalmente?

-Cuando vi el papel por primera vez comprobé que estaba escrito para mujer travestida de hombre. Está siempre en el pasaje del tenor, que es cómodo para la soprano, pero el tenor necesita llevárselo a su terreno con estudio. Los tenores tenemos el paso al agudo más claro; las mujeres no tienen que pensárselo tanto. Es una cuestión física de hombres y mujeres. Estoy encantado con el rol. Bueno, no te apoya la orquesta. No te doblan los instrumentos, casi cantas a capela.

-¿Lo debuta?

-Sí, debuto en el papel. Primero hay que meterlo en el cuerpo, que es como decimos los cantantes; cuando está asimilado, se puede disfrutar y sacarle matices. Meterlo en el cuerpo o meterlo en voz, se dice.

-¿Y el resto?

-En el teatro, ya con el maestro de escena, Emilio Sagi en este caso. Explica cómo es el personaje. Puedes plantearlo de una manera, pero el director puede verlo de otra. Un enfado lo convierte en sorna, por ejemplo. Mi personaje en este caso tiene mucho texto hablado y, aunque está cortado, cambia el sentido del rol porque es ahí es donde se desarrolla la trama. Cuando estudias la partitura no lo ves.

-Canta y habla.

-La gente pasional, especialmente, tiene la voz preparada para cantar, tiene metido en el cuerpo el personaje, pero a la hora de hablar, como el espacio es grande, tienes la sensación de que hace falta hablar muy alto. Hay que evitar esa sensación romántica.

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