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Asturias ya tiene su "vermú roxu" de sidra

Una compuesta de manzana fermentada, macerada con alcohol y hierbas, sale de Villaviciosa para abrirse hueco en los bares

Julián Castañón, con una botella de Roxmut, el "vermú" asturiano de sidra. MARIOLA MENÉNDEZ

Asturias ya tiene un "vermú" de sidra y es de Villaviciosa. Más concretamente, de Quintueles. Se trata de una compuesta de manzana fermentada, macerada en barrica de madera con alcohol y hierbas y elaborada en el llagar de Castañón. Ayer se presentó en sociedad. El propio Julián Castañón, explicó que lo han denominado compuesta porque al no fabricarse con vino tiene que llamarse de otra forma. Según él, puede competir con un vermú de solera.

Han sido casi dos años de pruebas y trabajo, pero el resultado ha merecido la pena. Comenta que la idea surgió con el enólogo de la bodega, Pedro Ramas, porque querían diversificar sus productos y sacar uno nuevo al mercado. "Pensamos probar con sidra y vimos que salía bien, que estaba rico, y seguimos adelante con ello", indica Castañón.

El lagarero explica que esta bebida, con 15 grados de alcohol, la elaboran con sidra de Denominación de Origen Protegida (DOP), ya fermentada, que es filtrada y se macera con alcohol y hierbas en una barrica de madera durante tres meses. "Tiene algo más de acidez y deja un sabor más fresco", destaca Castañón en comparación con el tradicional vermú, que vuelve a estar en auge. Llegó a ser una bebida tan popular que hasta se sigue utilizando para denominar el alterne a media mañana o aperitivo, principalmente los días de fiesta y fines de semana. El precio al público de la botella es de 13 euros.

El color de esta compuesta de sidra es "ámbar brillante". Así consta en la etiqueta, en la que se ha cuidado con esmero y acierto cada detalle. Especifica que aromáticamente predominan los cítricos propios de la manzana asturiana. "En boca, la acidez característica de la sidra casa perfectamente con el dulce y la maceración de hierbas. Presenta una frescura con gran personalidad y redondez", detalla. También matiza que el final es seco y algo amargo, con toques de madera, que le aporta su envejecimiento en barrica.

Esta compuesta es similar en alcohol, color y sabor al vermú de vino, aunque su toque especial de la sidra la convierte en una bebida única. Castañón recomienda sustituir la tradicional aceituna por una rodaja o una bolina de manzana. Maridan mejor. Y así lo sirvieron ayer en la degustación posterior a la puesta de largo de "Roxmut". Esta novedosa compuesta se llama así porque que integra en el nombre el "Rox" de "roxu", por su color, y "mut" es una derivación de vermut. La tirada inicial no ha sido muy abundante. La primera partida es de 3.000 botellas, aunque tienen más bebida macerando en la barrica, que estará lista en un mes. Por lo que la previsión es llegar en el corto plazo a producir 200.000 botellas. La inversión prevista para alcanzar esa cifra es de 600.000 euros.

El llagar presentó ayer su nuevo producto y estarán con él en abril, en la feria gourmet de Madrid, donde Julián Castañón cree que "puede funcionar", porque en la capital "hay cantidad de locales especializados en vermú y creo que puede ser una bebida atractiva". También distribuirán esta compuesta en Barcelona y, poco a poco, en el norte de España. La bodega de Quintueles, que elabora sidra natural y su versión de DOP, trabaja ya en nuevos productos.

Castañón destacó que precisamente hace poco más de cuatro años estaban inaugurando las nuevas instalaciones de un llagar que fundó su abuelo materno, Alfredo García Menéndez, en 1938. Anteriormente se había dedicado al negocio del transporte de viajeros. Con su autobús realizaba la línea Quintes-Gijón. Pero en la Guerra Civil le confiscaron el autocar, que apareció dos años después en Valladolid, pero estaba en un estado lamentable, así que la solución más viable fue vender el vehículo a un desgüace. Le dieron por él unos 72 euros (12.000 pesetas). Con ese dinero y unos ahorros que tenía puso en marcha el llagar. Su yerno, Julián Castañón Gil, padre del actual propietario, continuó con el negocio familiar. El despegue ha sido paulatino y las nuevas instalaciones han sido claves para su desarrollo. Además de trabajar en la diversificación de productos, apuestan por la promoción turística de la sidra con visitas guiadas y catas con enólogo.

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