El catedrático ovetense José María Blázquez, fundador de los estudios con carácter científico de Historia Antigua de la Península Ibérica, falleció el pasado domingo en Madrid a los 89 años de edad. Pasó la infancia en su Oviedo natal donde su padre era comerciante. Se formó como historiador en la Universidad de Salamanca en la que fue catedrático y después desarrolló sus tareas docentes y de investigación en la Universidad Complutense de Madrid. Era académico de la Historia donde ocupaba la medalla 13. Publicó cerca de 80 libros, 400 artículos y fue ponente en más de cien conferencias desde 1953. La primera tesis doctoral que dirigió fue la de Julio Mangas, catedrático en Oviedo de 1973 a 1984 donde, como ayer comentaba desde Madrid, "se creó la segunda generación de especialistas en Historia Antigua de España".

Como recuerda Mangas "en España había cuatro catedráticos de Historia Antigua ya que el resto compaginaban la especialidad con Medieval o con períodos anteriores. Francisco Presedo se dedicaba a la egiptología, Ángel Montenegro era más bien orientalista, Marcelo Vigil estaba volcado en el mundo visigodo así que el único de los cuatro que se centró en la España Antigua fue Blázquez".

La primera tesis doctoral que dirigió el catedrático ahora fallecido fue la de Mangas en la Universidad de Salamanca. "Después cuando fui a Oviedo consolidamos esos estudios con unos congresos verdaderamente únicos; trabajábamos desde las ocho de la mañana hasta la cena. La gente se pagada el viaje y la estancia o casi, nada que ver con lo que ahora es habitual. Iba a Oviedo gente de toda España que centraba en la Historia Antigua por distintas zonas y territorios". Blázquez era, a su vez, discípulo de García Bellido, "se formó también en Alemania y estaba casado con una alemana. Mi primera estancia, de estudiante, en Alemania la mantuve trabajando en una fábrica pero ya doctorado volví de la mano de Blázquez".

Del amplio abanico de temas que abarcó Blázquez "quizá lo más conocido sean sus estudios sobre las religiones en la Península Ibérica" añadió Mangas, ahora catedrático jubilado de la Universidad Complutense de Madrid.

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, lamentó ayer el fallecimiento de Blázquez "una referencia imprescindible para conocer nuestro pasado. Deja un legado importante tanto por su vasta producción científica, como por su impronta, que creó escuela, en un amplio número de discípulos que se encuentran en activo", señala el titular de Cultura en una nota. "Su currículo es incontestable, muestra del carácter infatigable que poseía como investigador y arqueólogo. Quiero trasladar mi pésame a la familia, a la Real Academia de la Historia y a las Universidades a las que estaba vinculado", añadió Méndez de Vigo.

El profesor ovetense era miembro del Instituto Arqueológico Alemán de Berlín, de la Hispanic Society of America, de la New York Academy of Sciences y de la Accademia Nazionale dei Lincei de Roma. Estudió en Salamanca, Perugia, Roma y Marburgo, entre otras Universidades y se centró posteriormente en la Historia Antigua al ocupar la cátedra de la Universidad de Salamanca, en la que dio un gran impulso a esa rama del saber.