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La Vida Buena

El chigre-tienda asturiano triunfa en el centro de Madrid

Los ovetenses Marta Seco y Sandro Silva preparan un nuevo restaurante tras afianzar Quintín, el ultramarinos que siguió al Ten con Ten y El Paraguas

El chigre-tienda asturiano triunfa en el centro de Madrid

Un chigre, un bar-tienda asturiano de los de toda la vida, en pleno centro de Madrid. Concretamente en el refinado y elitista barrio de Salamanca. Se puede comer en la barra o sentado (si se logra reservar mesa) o también tomar un aperitivo y de paso comprar algo de comida o bebida (fruta, embutidos, verduras, vino, queso, patés) para llevar a casa.

La tradicional fórmula de los bares-tienda, ahora en desuso al menos en Asturias, triunfa en la capital de España con Ultramarinos Quintín (calle Jorge Juan), la última apuesta hostelera del matrimonio ovetense formado por el cocinero Sandro Silva y la economista Marta Seco.

Van a cumplir dos años al frente de este local, que tiene una clientela consolidada y fiel gracias a una fórmula que no es ningún secreto: cocina de calidad con productos de primera. Pero además cuenta con un ambiente acogedor, una decoración exquisita y un personal que, según cuentan los que por allí pasan, es de lo mejor que se puede encontrar en Madrid.

Con todo, a nadie sorprende el éxito de Quintín ni que Silva y Seco tengan en mente continuar su expansión hostelera madrileña, apoyados en su saber y buen hacer. De hecho, están inmersos en los preparativos para abrir un nuevo restaurante que, de seguir con la tendencia, está llamado a convertirse en otro referente gastronómico madrileño.

El nuevo local será el hermano joven de la "gran familia asturiana" de la hostelería que han fundado Silva y Seco en la capital de España. Ambos son los artífices de El Paraguas (abierto en 2004 en la calle Jorge Juan), un referente ya clásico de la cocina asturiana en Madrid, y del popular Ten con Ten (2011, calle Ayala), donde comer, tomar el aperitivo en su famosa barra central o disfrutar de un cóctel con música pinchada por DJ. En el verano de 2014 llegó Ultramarinos Quintín, en el que se puede ver el guiño del matrimonio ovetense a su tierra en el servicio, que fusiona la tienda, el bar y la casa de comidas.

En las cartas de los tres locales también hay marcadas referencias a la gastronomía asturiana. Un "toquecín" -como señaló Marta Seco a este periódico en una ocasión- que no falta. En El Paraguas es esperable, pues nació con la vocación de ser embajador de los fogones del Principado en Madrid. El Ten con Ten, una propuesta más desenfadada y abierta, con platos internacionales y un toque moderno, también ha incluido bastantes referencias a Asturias: verdinas con codorniz, empanada de pitu o el inevitable arroz con leche.

Y abrió Quintín, en el que la pizza de pitu de caleya o de oricios, además de las verdinas con faisán o el pote de castañas -productos y recetas más que identificados con Asturias- conviven sin problemas con el pancit con pichón o el ceviche de corvina.

Entre 30 y 50 euros es el precio medio por comer los platos que elabora Sandro Silva -su maestro fue su tío, el fallecido cocinero ovetense Fernando Martín, en Trascorrales, El Raitán, Bocamar y La Mar del Medio- y que no hacen más que cosechar buenas críticas en las revistas especializadas. ¿El secreto? Haberse ganado con esfuerzo la confianza de los clientes en El Paraguas, con calidad en la mesa y buen servicio (Marta Seco se ocupa de las relaciones públicas), algo que han trasladado al Ten con Ten y a Quintín con éxito. Ahora, los asturianos se embarcan en una nueva aventura gastronómica que en poco tiempo, visto lo visto, todo indica que volverá a dar la campanada en Madrid.

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