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Guillermo Simón descubre un nuevo mar

El artista maliayés expone en León sus marinas próximas a la abstracción, pintadas al óleo sobre planchas de aluminio

Guillermo Simón, en su estudio. MARIOLA MENÉNDEZ

El artista maliayés Guillermo Simón convence, sorprende y cautiva en León con su nueva técnica de óleo sobre aluminio blanco. Expone su "Mar de mares" en la galería Ángel Cantero de la capital leonesa hasta el 3 de mayo. Es una colección en la que algunas de sus obras suponen una continuación de su anterior serie, "Geografías del mar", y otras vislumbran ya el giro evolutivo que el pintor asturiano comienza a dar a su arte, sin perder su sello personal con alusiones continuas a la mar.

Aunque en la Meseta el océano no está próximo, las olas de Simón gustan. Ya convenció hace unos meses en Valladolid y ahora lo repite en León. Quizás el secreto está en que no es una pintura figurativa. "Es más de emoción, de sensaciones", explica el artista, que tras indagar y experimentar con el aluminio como soporte se ha superado y ha convencido al público. "Permite jugar con las transparencias del agua al no tener la porosidad de la madera y tela", sus otros dos soportes clásicos. "Aunque es un material aparentemente frío, el aluminio permite congelar los gestos de manera más precisa". Esta muestra incluye seis de estas nuevas piezas, dos de ellas de gran tamaño.

Es un material que se usa para las impresiones de fotografía, arte del que Guillermo Simón también es un gran apasionado. "Es un engaño al ojo. La propia textura o huella de la pintura genera un aspecto tridimensional por el claroscuro, propio de la pintura diluida", argumenta el maliayés, que con esta nueva técnica crea "sensaciones por puros gestos pictóricos". Utiliza un lenguaje básicamente plástico. Guillermo Simón juega con la ambigüedad de la percepción y provoca al espectador a partir de una mancha de pintura y color. Le invita a crear su propio mundo.

"Me inspiro en el agua, pero luego es la pintura la verdadera protagonista con las salpicaduras, goteos, acumulaciones de materia...", reconoce Simón. Su obra está influenciada por los expresionistas abstractos americanos como Jackson Pollock, también recuerda a los paisajes del inglés del Romanticismo William Turner. No obstante, la suya es una pintura con mucha personalidad, fruto de su evolución como pintor que ha sabido encontrarse consigo mismo y con su arte.

Esta exposición es la tercera muestra individual de Guillermo Simón en León. Se estrenó en 2001 en una sala de Caja España y ya en 2011 estuvo en la Fundación Carriegos. Es un conjunto de quince obras en las que no dejan indiferente los golpes de mar que sobresaltan, los cantos de espuma y prolifera la lluvia de olas blancas que recuerdan el mar septentrional, el Cantábrico.

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