Un par de cañas al día pueden ser beneficiosas para la salud. El consumo moderado de cerveza -dos o tres por jornada en el caso de los hombres y una o dos en el de las mujeres- ayuda a prevenir dolencias cardiovasculares y lesiones miocárdicas agudas, aumenta el "colesterol bueno" en la sangre, activa el sistema inmunológico, evita la pérdida de hueso, disminuye los riesgos de padecer alzhéimer, actúa como potente antioxidante y trabaja contra el envejecimiento celular. Ésta es la conclusión de un estudio sobre la inclusión de la cerveza en la dieta mediterránea realizado por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, en colaboración con el Centro de Información de Cerveza y Salud. Sus resultados fueron presentados ayer a la comunidad médica asturiana por Ascensión Marcos y Marisa López Díaz-Ufano, coautoras del informe.
Además de saludables, un par de cañas ni engordan ni provocan la conocida como "barriguita cervecera", calificada de "mito" por las doctoras Marcos y Díaz-Ufano. "Esta bebida tiene una aportación calórica muy baja, por lo que si se consume de forma moderada no provoca aumentos de peso ni de la circunferencia de la cintura. Otra cosa es si se acompaña de tapas o de una alimentación desequilibrada", subrayó Ascensión Marcos. Investigaciones recientes en las que se comparó a bebedores moderados de cerveza con no bebedores han permitido comprobar que los primeros tenían un índice de masa corporal bastante menor que los segundos.
Las autoras del informe también resaltaron que la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria incluye la cerveza en "la pirámide de alimentación saludable" debido a su escasa graduación alcohólica, a su bajo contenido calórico y a una elaboración a base de vitaminas, polifenoles, fibra, minerales e hidratos de carbono. El estudio de los médicos concluye que, para los deportistas, el consumo de cerveza "puede favorecer una rápida y efectiva rehidratación y evitar dolores musculares", mientras que el hecho de que esta bebida sea una de las principales fuentes de silicio de la dieta mediterránea permite que su ingesta reduzca la biodisponibilidad del aluminio en el plasma y el tejido cerebral, reduciendo el riesgo de alzhéimer.
El consumo moderado de dos cervezas al día está indicado para personas sanas, no para mujeres gestantes o lactantes ni para quienes dependan de una medicación. Para ellos está la variedad "sin alcohol", con las mismas propiedades que la normal.
