Que los alimentos nos sienten bien o mal no depende sólo del tipo de dieta, sino también de cómo comemos. Así lo advierten -aprovechando la celebración hoy del Día Mundial de la Nutrición y mañana del Día Mundial de la Salud Digestiva- nutricionistas y expertos en el aparato digestivo. "Este tipo de vida occidental, tan marcada por el estrés, hace que la gente coma muy rápido y a deshoras, lo cual influye mucho en el desarrollo de los problemas gastrointestinales, la obesidad y, a la larga, puede incluso ser un factor de riesgo de enfermedades graves, como el cáncer de colon", afirma el doctor Francisco García Fernández, experto de la Fundación Española del Aparato Digestivo (Fead).

Los expertos recomiendan una dieta rica en productos frescos como frutas, verduras, legumbres y cereales, aceite de oliva como grasa principal, así como aumentar la ingesta de pescado y realizar cinco comidas en lugar de tres. "Hay que hacer un buen desayuno, tomar unas frutas a media mañana, quedarse con un poquito de hambre en la comida, merendar y hacer una cena ligera", resume este médico. Los excesos en las comidas, apunta, "si son puntuales, no son muy importantes, aunque provoquen ese día molestias digestivas, pero hay que cuidar a conciencia el día a día", añade.

García aplaude que en el último año se haya reducido el consumo de carne roja -el 43% de la población lo ha hecho, según el tercer Observatorio Nestlé sobre Hábitos Alimentarios, recién publicado-, "es esencial evitar su abuso y sustituirlo por el mayor consumo de pescado, legumbres y verduras", apunta García. "La disminución de la ingesta de fibra y el aumento del consumo de carne roja, en una sociedad de bienestar, es una de las causas de que el cáncer de colon se haya convertido en una epidemia", explica el médico.

Por otra parte, el médico confirma un aumento de los casos de intolerancias alimentarias y de las alergias. "En el primer caso se debe a los diagnósticos más certeros; pacientes que antes se catalogaban como colon irritable, ahora podemos saber que sufren intolerancia. Pero sí hay un aumento real de las alergias de todo tipo, pero también las alimentarias, en parte parece ser que por la hiperhigiene en el mundo occidental", describe.

El Observatorio de Hábitos Alimentarios destaca también un aumento del consumo de los alimentos "sin", sobre todo los que incluyen la etiqueta "sin lactosa" o "sin gluten", dado que la población los identifica como más saludables que el resto. "Esos alimentos son muy adecuados para las personas que tienen esas intolerancias alimentarias, pero no tienen ningún sentido en las personas que no las sufren; es una moda absurda ya que privarnos de estos compuestos puede provocar carencias que, a la larga, sean perjudiciales", indica el doctor García.

De este modo, según el estudio, el 41% de la población cree que evitar la lactosa permite una digestión más ligera; el 18% piensa que tienen un menor contenido calórico y un 17% cree que reduce el colesterol.

El mismo estudio sobre hábitos alimenticios de los españoles indica que cada día importa más el origen de los productos que las familias sirven en su mesa y que la proximidad entre productor y consumidor empieza a ser un factor relevante en la decisión de la compra. Según este análisis, el 70% de los españoles han consumido en el último año alimentos denominados de "kilómetro cero". En este sentido, los productos ecológicos, que cada día tienen más presencia dentro del campo asturiano -especialmente en el sector cárnico, donde ha prendido más claramente esta tendencia-, ya están en la mesa de más de 25 millones de españoles. El estudio mencionado indica también que no hay apenas diferencias en los niveles de consumo entre hombre y entre mujeres y que las ingesta de este tipo de alimentos sin intervención de productos químicos en su cultivo están presentes en todo tipo de edades por igual. Lo verde y saludable está de moda. Sin embargo, todavía hay nada menos que 2,5 millones de españoles que no consumen ni fruta ni verdura.