Juan Mortera, director de teatro, estrena hoy en la Factoría Cultural de Avilés la obra "Proteus", un espectáculo que gira en torno a la deformidad humana y que va más allá de la estética para analizar el interior y la sustancia misma del ser humano. El director ovetense integra en la obra al público como un elemento más de participación ya que el espectador está prácticamente en escena haciendo el recorrido de la obra; hace un viaje en el tiempo al contemplar al Hombre Elefante en una "feria antigua junto a personajes aniquilados por su propia existencia", dice el argumento, que añade que es una obra sin "artificios escénicos y con elementos performativos que muestran radicalidad, extremismo, corporalidad, abyección o superposición de lenguajes". La conexión es tal que "público y actores son protagonistas al compartir el mismo espacio en una atmósfera íntima". "Proteus" ha sido concebida específicamente para la Factoría Cultural de Avilés dentro del programa de becas creativas de esta institución. La dramaturgia dirigida por Mortera está interpretada por Alfonso Aguirre, Luis Alija, Javi Arboleya, Enrique Dueñas, Clara Heredia, Hugo Baizán, Daniel López y Lucía Povedano. Las funciones son hoy y mañana, en tres pases entre las 19.30 y las 20.50 horas.
-¿"Proteus" surgió para la Factoría Cultural o era algo que ya estaba en su cabeza?
-En parte estaba en mi cabeza, surgió sobre todo para plantear un espectáculo de calle, para un vehículo con ruedas. Ésa fue la primera idea.
-¿Y la idea del Hombre Elefante y la feria clásica es el meollo de la cuestión?
-Parte de esa idea. Es una feria de la época del Hombre Elefante. Hay unos seres que viven con un puente temporal entre pasado y presente. Gente deforme psicológicamente por historias presentes.
-O sea, temas vigentes.
-Pues sí; la violencia, la guerra, los refugiados. Temas de desamor, la incomprensión de la civilización... es hablar del presente utilizando el pasado. Lo que se pretende es hacer una reflexión sobre la deformidad, pero no asociada a lo físico. La deformidad como un tema moral. Analizar esa capacidad de autodestrucción que tenemos.
-¿Y los elementos "performativos"?
-Va en la línea del teatro contemporáneo: elementos radicales del espacio, es un recorrido donde el público se encuentra con los personajes.
-Es decir, hay muchos formatos teatrales dentro del espectáculo.
-Es microteatro, elementos performativos o comportamientos físicos muy corporales. El público está en el espacio escénico. Los actores actúan encima del público. Hay acciones paralelas para la gente. Por eso en cada pase entran grupos reducidos. Son tres pases de media hora. Y a estas alturas ya está todo lleno. Tenemos una recepción con minusválidos muy importante para nosotros el primer día. Quiero decir que hemos tocado todo tipo de públicos para el tratamiento de la obra. E insisto en que el público ocupa el recorrido.
-¿Cómo es el reparto?
-Son ocho actores, pero en el equipo hay unas quince personas.
-¿El Hombre Elefante, que es el personaje central, define el concepto de la representación?
-Efectivamente es el Hombre elefante porque es la metáfora de todo esto. Como en toda feria el número fuerte va quedando para el final, pero peso en la obra tienen todos los actores que trabajan y los personajes a los que representan.
