Hay veces que, aunque parezca siempre lejano, tenemos la sensación de estar más cerca del cielo. Eso sucede cuando se conduce por la carretera que desde Poncebos, en el concejo de Cabrales, lleva hasta Sotres, uno de los pueblos más altos de Asturias, a 1.050 metros. La sinuosa carretera, que poco a poco se hace más pendiente, tiene como destino un pueblo precioso cuyas casas se levantan en medio de un paisaje de los Picos de Europa que jamás se cansa el viajero de contemplar.
Destino de numerosos aficionados a la montaña y el senderismo, es también una de las localidades preferidas por los que buscan comer bien, pasar una jornada tranquila en la naturaleza, perderse por algunos rincones de este pueblo con mucho encanto y disfrutar, sin duda, de la fotografía en esta tierra de pastores, de ganaderos de raza y de buenos elaboradores de uno de los quesos más emblemáticos de Asturias, el cabrales.
En Sotres, al final de la pequeña carretera principal que lo cruza, se encuentra un establecimiento señero en la zona y al frente del cual están los hermanos Agustín y Ángeles Fernández Llanes, el hotel restaurante Sotres, desde cuya estupenda terraza se puede ver Pandébano, Maín y, al fondo, los Picos Albos, tal y como explica el primero, quien al tiempo añade que "hace doce años decidimos poner en pie este establecimiento y para ello formamos una sociedad Ángeles, Carolina y yo", señala tras la barra mientras sirve unas bebidas a unos clientes llegados de una ruta.
En los fogones de este establecimiento, donde el Urriellu reina en las paredes de su luminoso y acogedor comedor, la que manda es Ángeles Fernández, toda una experta en preparar algunos platos tan tradicionales como la fabada o el pote asturiano, la primera, como sucede en numerosos lugares de Asturias, muy demandada llegado el verano por los turistas que se acercan hasta Sotres para disfrutar de una buena jornada de cocina y de montaña. Lo cierto es que en este establecimiento hay un gran variedad de menús. Así, el de 12 euros ofrece una ensalada o sopa, ternera guisada o picadillo con huevos y patatas y postres. El de 16 euros cuenta con fabada, sopa o ensalada, mientras que los segundos cambian a cordero de los Picos, entrecot o escalopines al cabrales. Finalmente, el de 24 euros da a elegir entre fabada asturiana, ensalada al cabrales o cabrito de los Picos, junto con los postres y todo lo demás.
Cuenta Ángeles que entre los platos que tienen más demanda están el cabrito asado (se hace por encargo), las chuletillas de cabrito, el cordero, el cachopo, los tortos con picadillo o con queso cabrales o el bacalao en salsa de tomate. En cuanto a los postres, todos caseros, los que más gustan son la tarta de cuajada, el flan de turrón, el arroz con leche o bien la copa de la casa de yogur con frutas.
Si es gratificante comer en el interior, en días de mucho calor sin duda que la terraza es también un lugar de lujo, en uno de los mejores lugares de los Picos de Europa y en este caso en el concejo de Cabrales. Tiene zona de aparcamiento. No cierra nunca. Los que quieran llamar y reservar pueden hacerlo en el 985945048.
