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Los jóvenes pasan el doble de tiempo de fiesta nocturna que hace una década

Los españoles entre 16 y 29 años dedican al ocio más de 41 horas semanales El 30% de los jóvenes sale por las noches todos o casi todos los fines de semana

Los jóvenes pasan el doble de tiempo de fiesta nocturna que hace una década IRMA COLLÍN

Los jóvenes españoles (entre 16 y 29 años) pasan ahora el doble de tiempo de fiesta nocturna que hace una década. Eso sí, regresan antes a casa cuando salen por la noche. Esas son las dos principales conclusiones de un estudio presentado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud. Además, el 30 por ciento de los 2.013 jóvenes encuestados aseguró que salir por la noche les aporta "sensación de libertad".

A tenor de este estudio, la llegada de la crisis ha coincidido con un incremento de las horas que los jóvenes españoles dedican al ocio. En 2003 y 2004, este grupo de población dedicaba unas 24 horas semanales a actividades relacionadas con salidas nocturnas por bares, discotecas, a conciertos, a casa de amigos o a hacer botellón en la calle. En 2008, ese tiempo se incrementó en dos horas más a la semana. Desde ese año, cuando la recesión empezó a hacer mella en la economía y la sociedad española, sorprendentemente el tiempo de esparcimiento de la juventud del país se disparó. En el año 2012, el tiempo dedicado al entretenimiento era de 32,6 horas a la semana y los últimos datos, de 2015, indican que esta franja poblacional dedica 41,3 horas semanales al ocio.

Del mismo modo, en estos últimos años, también creció el porcentaje de personas de entre 16 y 29 años que salen por la noche. En 2007 lo hacía el 72,2 por ciento de esa franja poblacional. Ahora son el 78 por ciento de los jóvenes españoles. Además, el 30 por ciento afirma que sale por la noche todos o casi todos los fines de semana.

Al mismo tiempo que el número de horas de esparcimiento se duplicó en la última década, también se constata que los jóvenes vuelven antes a casa. En 2007, menos de un 10 por ciento de los que salían regresaban antes de la una de la madrugada. Hoy, el 20 por ciento vuelve a casa antes de esa hora. Además, también se ha reducido el número de personas que regresaba entre las 3 y las 5 de la madrugada. Antes de la crisis, en el año 2007, esa franja suponía un 33% de los jóvenes. En la actualidad, ese porcentaje se ha reducido en seis puntos porcentuales.

Por horas de llegada a "meta", éste es el reparto: el 30,4 por ciento regresa antes de las dos de la madrugada, el 31, 2 entre las dos y las cuatro, el 21,3 por ciento vuelve entre las las cuatro y las seis y el 12,7 por ciento regresa después de las seis de la mañana. Por franjas de edad, los que vuelven antes son aquellos entre los 16 y los 19 años. Por sexos también hay diferencias: las mujeres vuelven a casa antes que los hombres.

Borja Arbesú, ovetense de 24 años, es de los que forma parte del porcentaje -cada día más pequeño según el estudio- de los que apuran bien la noche. Reconoce que sale casi todos los sábados y que aguanta lo que le echen. "Suelo beber cuatro o cinco copas y vuelvo a casa cuando amanece", confiesa entre risas. Dice que necesita salir para "desconectar del trabajo, romper la rutina y ver a los amigos".

No es el único. Tras pasar dos años en Bolonia (Italia) y Bélgica, Javier Luengo (24 años, de Oviedo) expresa que para él, salir de fiesta implica "socializar mucho y estar con mis amigos". Explica que sale casi todos los fines de semana y que suele ir "de bares" hasta el amanecer. En la misma situación está su amigo Luis Benguria, de 23 años. Al igual que Luengo no se pierde una fiesta. Ambos prefieren los bares a las discotecas de Oviedo porque "hay buenas ofertas y bastante ambiente".

En el otro extremo está el también ovetense Miguel Alonso. Afirma que no necesita beber para pasárselo bien. Tampoco la noche le atrae en exceso. "Como mucho, salgo dos veces al mes y no bebo alcohol". Reconoce que su principal afición, a la hora de salir de casa, es reunirse con sus amigos para ir al cine. Aunque le gusta el ocio más casero: "me gusta quedar para ver un partido y jugar a la Play, al Warcraft o al LoL".

A sus 18 años Marta Moya tampoco se muere por estar todo el día en la calle. Reconoce que prefiere quedar con sus amigos "para jugar a la Play que salir de fiesta". Sin embargo, matiza que cuando "se sale, se sale de verdad" ya que para ella la noche nunca acaba antes de las seis de la mañana.

También hay posiciones intermedias, aunque sea por obligación. Juan José Álvarez, ovetense de 22 años, admite que hace mucho que no sale porque el trabajo es lo primero. "No salgo nada por el curro". Pero eso no quiere decir que no le guste la noche. Tiene un buen aliciente: "Me gusta salir de noche para ligar porque es más fácil".

Para la gijonesa Alba Casielles, de 25 años, el verano significa "salir más de fiesta". Sin embargo, durante el invierno suele trasnochar un día a la semana "hasta las seis o siete de la mañana".

En una situación similar se encuentra Pedro Díez, de 24 años, de Oviedo. Al igual que Casielles, durante la semana solo tiene "dos o tres horas libres al día". Por eso ambos aprovechan los fines de semana para "estar con sus amigos y olvidarse de la rutina", explican.

"En Valladolid hay más ambiente que en Oviedo", explica la ovetense Marta López que reconoce que le gusta mucho salir por tierras vallisoletanas, donde está estudiando Diseño Industrial. Eso sí, cuando se lo permiten sus estudios. "Allí lo normal es salir jueves y sábado", comenta López.

¿Y qué hacen por la noche, a dónde van? Esa pregunta, la que se hacen todos los padres, también trata de responderla el estudio del Centro Reina Sofía. El 62,6 por ciento de los encuestados afirmó que acude a bares, el 38,5 por ciento a discotecas y el 35,5 por ciento a casas de amigos. Con respecto al botellón, una de las actividades que genera más controversia social, la encuesta apunta a que esta práctica ha ido perdiendo fuerza en la última década. En 2004, el 27,4% de los jóvenes aseguraba reunirse con amigos en la calle para beber alcohol que compraban en supermercados, hoy ese porcentaje se reduce al 18,8 por ciento de los jóvenes.

El dinero disponible semanal para ocio nocturno también se ha incrementado en los últimos años. En 2003, se calculaba una media de 45 euros semanales por persona. Hoy esa cifra se sitúa ya en 82 euros. Eso sí, varía por edades. La franja entre 16 y 19 años dispone de 59 euros, la de 20-24 años de 77 euros y la de 25-29 años de 106 euros. Tienen que gastar más pero, a pesar de todo, la crisis no ha podido frenar el impulso de los jóvenes por salir de fiesta.

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