Si hay una ciudad que siente profundamente la pérdida del filósofo Gustavo Bueno, esa es Oviedo. Sus dirigentes, exdirigentes y personajes clave valoran para LA NUEVA ESPAÑA el adiós a este personaje clave.

El alcalde de Oviedo, Wenceslao López, afirma que es un "filósofo que pasó en Asturias casi toda su vida académica, siendo un referente importante tanto en Asturias como a nivel internacional. Eso hizo que Oviedo se convirtiese en un referente para el mundo de la filosofía".

El concejal de Cultura de Oviedo, Roberto Sánchez Ramos "Rivi", apunta que Gustavo Bueno "ha sido uno de los profesores de la Universidad de Oviedo que ha dejado una impronta y una escuela, tanto en la universidad como en la ciudad. Personalmente siento mucho el fallecimiento de Gustavo y de su mujer".

El exalcalde de Oviedo y líder del Partido Popular ovetense, Agustín Iglesias Caunedo, indica que "es un día muy triste para Asturias porque hemos perdido a nuestra más preclara inteligencia. Gustavo Bueno siempre fue un ejemplo de sabiduría, de independencia, de sensatez, de convivencia y de inteligencia, que son los mejores valores de los que puede hacer gala el ser humano. Para Oviedo es una pérdida absolutamente irreparable, aunque confío en que su legado continúe enriqueciendo la proyección de Oviedo como agradecida casa de uno de los filósofos más importantes de nuestra historia".

El exalcalde de Oviedo y actual delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, asegura que Gustavo Bueno "es el mejor filósofo español del siglo XX, un intelectual de un nivel que es un orgullo para esta región. Desde el principio hemos visto el nivel intelectual que tenía, la figura que era Bueno, y por eso le hemos tratado de dar desde el Ayuntamiento de Oviedo las facilidades que modestamente podíamos para que desarrollara su trabajo y crease su Fundación. Quiero agradecer el honor que nos ha hecho este riojano al dedicar su vida intelectual y filosófica a esta ciudad".

También el exalcalde de Oviedo y exeurodiputado asturiano Antonio Masip se ha sumado a este pésame. "Era una persona de extraordinaria calidad. Aprendí mucho de él como estudiante porque, aunque no era alumno suyo, venía desde Deusto para colarme en sus clases. Me tenía impresionado, sobrecogido".