Cumplió 89 años el pasado 9 de agosto, pero no ha perdido su facilidad para el discurso teórico. Tampoco su propensión a la laboriosidad. Y menos aún un sentido del humor, entre cordial e irónico, con el que trufa sus reflexiones y recuerdos. Alejandro Mieres recibirá el próximo miércoles la Medalla de Plata del Principado. Es como el ramo de un homenaje más amplio, coordinado por Víctor Picallo, en el que destaca la amplia exposición retrospectiva que está previsto inaugurar hoy (19,30 horas) en el Museo Barjola, en Gijón. El pintor recorrió ayer las dos plantas en las que cuelgan sesenta piezas de distintas etapas de su trayectoria, desde sus primeros trabajos de principios de los años cuarenta, hasta trabajos de su última etapa. Una retrospectiva que permite aquilatar la maduración de un artista con presencia en el Reina Sofía o en el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca.

"La abstracción, la realidad... ¡Qué bobadas!", aseguró ayer el pintor en la presentación del catálogo de esa exposición, titulada con uno de los haikus que ha ido componiendo en algún que otro cuaderno: "Llegó la noche/ y no quiero dormir/ sin memoria". Alejandro Mieres repasó atentamente las páginas de un catálogo que incluye un texto, entre otras colaboraciones, de su amigo Antonio Gamoneda: "He aquí, pues, la geometría y el pensamiento terrestres".

El poeta y premio "Cervantes" quiere sumarse hoy a este reconocimiento a un pintor que ayer se autorretrató como un "trabajador nato". Y también como alguien con "alma de aldeano" al que le gustaría vivir en un pueblecito, preferiblemente en una ladera que diera al poniente. Sigue cuestionando los academicismos y los rótulos con que estudiosos, críticos y aficionados clasifican el arte: figurativos, abstractos... "Bobadas".

Palentino de Astudillo, Alejandro Mieres llegó a Gijón en 1960 tras obtener la cátedra de Dibujo en el Instituto Jovellanos. Tiene un puesto con peana, relevante, en el panorama del arte que se ha hecho en Asturias en el último medio siglo. Nunca ocultó su izquierdismo ni su militancia socialista, pero ha cultivado una independencia intelectual y una manera de entender la creación artística que le aleja de las consignas partidistas. Es apreciado y respetado como pintor por un estilo propio, de gran potencia formal, que fue revelando a partir de los años sesenta, cuando rompe con la figuración. Pero también como brillante pedagogo y conversador infatigable. Fue, además, fundador y presidente de la Asociación de Artes Visuales de Asturias.

Conserva ese gusto por la disquisición estética: "Abstracto es todo el arte: la pintura, la poesía, la música... Antonio López no pinta la realidad, pinta lo que quiere que vean los demás; hay muchas historias montadas alrededor del arte". Y también una buscada fidelidad a la naturaleza, tan presente en muchos de los trabajos de los últimos años: "Siempre me ha interesado y ha sido una constante en mi vida; la luz, el agua...". El pintor señaló ayer que aún le gusta andar entre tintas y papeles y que mantiene esas ganas de trabajar que le han acompañado siempre: "Pienso en algo, pero hay veces que lo tengo tan claro que ya no lo hago, ya no lo llevo al papel".

Alejandro Mieres estuvo acompañado en la presentación del catálogo de "Llegó la noche y no quiero dormir sin memoria" por el viceconsejero de Cultura del Principado, Vicente Domínguez, y por el comisario de la exposición, Víctor Picallo. Además de las sesenta piezas, en la muestra pueden verse algunas curiosas fotos del pintor. Una de niño en su Astudillo natal, por ejemplo, y otra con atuendo de futbolista.

"Ha sido todo fácil (el catálogo y la exposición) porque lo difícil, la obra de Alejandro, está hecha", dio el Viceconsejero. Éste confesó un "aprecio muy especial" al trabajo de Mieres desde que veía a diario algún cuadro del pintor en el edificio del rectorado de la Universidad de Oviedo. Domínguez fue vicerrector de Extensión Universitaria. "Una vez que Víctor Picallo hizo su propuesta, lo demás fue fácil; la Consejería tiene este museo (el Barjola depende del Principado) y los medios", añadió, antes de referirse a Alejandro Mieres como "uno de los grandes pintores contemporáneos de Asturias". "Supone un orgullo haber podido trabajar en esta exposición, una muestra con la que acompañar esa merecidísima Medalla de Plata del Principado", señaló, por su parte, Picallo.